La formación de un músico a menudo se encuentra en lugares inesperados, lejos de los conservatorios y las academias. Para Jake Aaron, guitarrista y compositor londinense, todo comenzó con una navaja y unas cañas en manos de su abuelo agricultor. Esas flautas improvisadas fueron sus primeros instrumentos, el punto de partida de un camino sonoro que se nutriría de las fuentes más diversas que uno pueda imaginar.
Esta trayectoria se destila en su propuesta sonora, y It’ll Be Alright es una clara muestra de ello. La canción se desarrolla sobre un ritmo constante y de aire misterioso, donde la instrumentación acústica brilla con luz propia, llenando por completo el espacio sonoro. Sobre esta base sólida, la parte vocal se integra de manera precisa, complementando la atmósfera sin restarle protagonismo a la guitarra.
Sería un error encasillar a Jake Aaron basándose únicamente en su faceta acústica. Su educación musical proviene de las tiendas de discos de segunda mano, abarcando desde el soul y el jazz hasta el heavy metal más contundente. Anécdotas como dormir a la intemperie por entradas para Iron Maiden o conocer a BB King tras bastidores hablan de un oyente voraz y apasionado.
Sin embargo, son figuras como Jorma Kaukonen o la magia de “Bridge Over Troubled Waters” las que parecen haber dejado una huella más profunda en su guitarra. En It’ll Be Alright no se escucha únicamente a un cantautor, sino el eco de un viaje musical ecléctico. Es el sonido de alguien que ha absorbido todo, desde un solo de Jake E. Lee hasta la delicadeza del folk, para finalmente encontrar su propia voz en la madera y las cuerdas.
Tambien Te Puede Gustar
-
Minimalismo que emociona: Ruti redefine el alt-pop con See Through
-
William Hinson honra la memoria y la conexión humana con “Keaton”
-
Giuseppe Cucè – È tutto così vero: una celebración musical entre ritmo y emoción
-
Love Ghost: entre el caos y la vulnerabilidad con Gas Mask Wedding
-
Jaidyn Hurst: vulnerabilidad y optimismo en el indie pop