Detras de Housewife se encuentra Brighid Fry, una joven canadiense de 20 años que, a través de su música, nos invita a explorar los dilemas existenciales, la identidad de género y la experiencia de ser una persona queer en un mundo que sigue siendo predominantemente heteronormativo.
La historia de Housewife comienza cuando Brighid era solo una adolescente. En sus primeros años en la música, formó parte del dúo Moscow Apartment, que rápidamente ganó el reconocimiento del público y la crítica. Con su EP debut, el grupo recibió el prestigioso Canadian Folk Music Award, un reflejo de su prometedor talento. Sin embargo, con el paso del tiempo, Brighid decidió tomar el camino del solista y transformar su proyecto musical, dándole un giro más personal y auténtico a su arte.
“Matilda” es una invitación a disfrutar de la simplicidad y la belleza de los pequeños momentos de la vida. Desde su primer acorde, la canción te envuelve en una atmósfera cálida y acogedora, como un día soleado que te invita a salir al mundo con una sonrisa. La melodía fluye de manera orgánica y natural, con un ritmo pegadizo que se convierte en una extensión de tu cuerpo. Es imposible no mover el piecito al compás de su contagioso groove.
La voz de Housewife, con su timbre delgado y suave, es la que guía la melodía a través de una cadencia relajada y sin pretensiones. Hay algo profundamente íntimo en su manera de cantar, que hace que el oyente se sienta como si estuviera recibiendo una conversación cercana, como si estuvieras compartiendo un momento con una amiga de toda la vida.