Cortar la cuerda: un eco entre ruinas y renacimiento

Cuando heddlu presenta su canción Cut The Rope, no lo hace desde la euforia de una escena emergente, sino desde las profundidades de una historia personal marcada por el colapso y la reconstrucción. El proyecto liderado por Rhodri Daniel —ex integrante de Estrons— nace tras un duro diagnóstico de pérdida auditiva y una pausa obligada que llevó al artista a componer en su mente mientras caminaba los 900 kilómetros del litoral galés. La canción no es solo un tema más dentro del indie/rock, es un fragmento de esa travesía interior.

Cut The Rope arranca con un tempo contenido, casi reservado, que da espacio a una voz filtrada por distorsión, como si se escuchara desde otra habitación, o desde otra vida. Ese efecto de eco o doble voz no parece accidental, sino reflejo del aislamiento sonoro que Rhodri vivió tras sus años de gira. La canción acelera conforme avanza, como si estuviera empujada por una necesidad interna de avanzar, de soltar, de cortar la cuerda que ata al pasado.



El nombre heddlu, que significa “policía” en galés pero proviene de las palabras “fuerza de paz”, resuena en la contradicción emocional que se escucha en la música. Hay un conflicto latente entre la suavidad melancólica y la urgencia eléctrica del ritmo. El resultado es un tema que no busca complacer, sino compartir un estado, un momento exacto de transición, ese punto donde todo puede ir hacia atrás o hacia adelante.

La historia de Rhodri —marcada por la enfermedad, la familia, la distancia y el duelo— se filtra en cada parte de Cut The Rope, aun si la letra no lo dice todo explícitamente. Como anticipo de su segundo álbum Tramor, la canción no se siente como una declaración, sino como una advertencia suave y distorsionada: cortar también puede ser una forma de continuar.


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