Dream pop, perros y confesiones: el mapa sentimental de I Love You, Trackstar

Stinkus emerge como una bocanada de aire fresco para el productor y compositor Tyler Thompson, el nombre Stinkus surgió de una broma personal, un apodo que evolucionó de “Tink” a “Tinkus” hasta convertirse en el alias con el que Tyler decidió firmar su obra más auténtica. “Quería algo que no sonara serio, algo que me recordara que esto debía ser divertido”, comenta.

Tras años en el mundo del pop y la producción comercial, Thompson atravesó una ruptura que lo empujó a reinventarse. Así nació 23, su álbum debut, un trabajo visceral y profundamente introspectivo que explora la pérdida, la ansiedad y la libertad emocional con una mezcla de grunge, dream pop y lo-fi.

Grabado en solitario, el disco se siente como un diario abierto, lleno de texturas imperfectas y momentos de pura vulnerabilidad. La prensa lo describió como “una obra cálida, liberadora y sorprendentemente relevante”, destacando su capacidad para convertir el caos interno en algo luminoso.



Para su siguiente etapa, Stinkus decidió aislarse en una cabaña en el norte de Michigan, donde durante dos semanas grabó su nuevo material, incluyendo los sencillos “Holy Virgin” y “Plastic Blue.” En ese entorno silencioso, entre frío, árboles y equipos análogos, encontró el espacio perfecto para seguir experimentando con sonidos y estados de ánimo.

Influenciado por artistas como Alex G, Pinegrove y MJ Lenderman, Stinkus crea un universo sonoro donde las guitarras desafinadas, los coros saturados y los arreglos inesperados conviven con una sensibilidad melódica casi pop. El resultado es una música que suena íntima pero expansiva, imperfecta pero llena de verdad.

“Soy bipolar y tengo TOC, así que mi gusto cambia constantemente”, dice Tyler. “Pero grabar todo en el mismo lugar hace que, aunque las canciones sean distintas, se sientan conectadas. Son distintos estados de ánimo, pero el mismo yo.”


El Track x Track de “I love you, trackstar”

1. “Plastic Blue”

Este arranque abre el álbum con energía ansiosa y una mezcla ecléctica que combina bedroom-pop, indie electrónico y una vibra casi caótica de grunge suave. Desde la primera línea “painting my nails the colour of recycling bin” se percibe la ironía y el detalle cotidiano elevado a metáfora. La producción, realizada en la cabaña de Michigan, aprovecha el entorno aislado para dar una textura cruda pero pulida al mismo tiempo: guitarras que crujen, sintetizadores que emergen como ráfagas, coros que se elevan a un clímax casi frenético. En el álbum sirve como declaración de intenciones: Stinkus no teme mezclar lo íntimo con lo épico, a la vez que nos sorprende por la evolución del sonido del proyecto respecto a su anterior disco.


2. “Falling in Love” ft. Ocean LeClair

La colaboración con Ocean LeClair introduce una dinámica distinta: aquí hay apertura, vulnerabilidad y melodía más clara. La voz invitada aporta un contrapunto al tono algo nervioso de Stinkus, permitiendo que la canción respire y se extienda en direcciones soñadoras. La letra explora el tropiezo de enamorarse mientras uno se debate con sus propias dudas y patrones: ese momento de desprenderse de defensas, dejar que alguien entre, pero sin perder el pulso de uno mismo. Sonoramente, se equilibra entre sintetizadores suaves y guitarras ligeras, apuntaladas por un ritmo que avanza con determinación sin renunciar a momentos de pausa reflexiva. En el contexto del disco aparece como el primer gran “respiro” emocional tras la euforia de “Plastic Blue”.


3. “Only When It Comes to You, I Guess”

Con un título que suena casi confesional, esta pista profundiza en el territorio de la auto-observación: ¿Cuándo realmente entregas tu corazón? ¿Solo cuando la circunstancia lo exige? al final sugiere duda, vacilación. La música acompaña ese estado con acordes que se deslizan lentos, una atmósfera ligeramente etérea, y un tempo algo más moderado que las canciones anteriores completamente sumergido en el Bedroom Pop. Las guitarras pueden sonar un tanto distantes, los planos vocales cercanos, generando intimidad. En el álbum funciona como el puente entre la emoción externa y la introspección, un momento para mirar hacia dentro, ponderar lo que se siente y lo que se dice.


4. “Casino”

“Casino” con una base rítmica más marcada, un pulso que poco a poco va explotando, los sonidos de los platillos y elementos acusticos marcas esta sensación organica que nos encanta. En esta canción Stinkus parece hablar de relaciones, expectativas y pérdidas. La producción mantiene esa estética cruda-refinada: un poco de distorsión, un poco de clara melodía pop, y un ambiente que sugiere salir al filo.


5. “Curiously Intent, (Underdog)”

Este título sugiere curiosidad y propósito, mezcla rara que implica observar y actuar al mismo tiempo. La pista se sumerge en ese deseo de entender al otro o entenderse a uno mismo, sonoramente Stinkus nos sumerge en capas de guitarras acusticas y un ambiente ligeramente reverberado, quizás momentos instrumentales que se extienden. En el marco del álbum, “Curiously Intent” puede servir como el momento de transición medio, donde la energía alta baja un poco para dar paso a una exploración más intensa, preparando el terreno para las canciones que siguen.


6. “I Love You Trackstar”

El tema que le da nombre al álbum representa probablemente el núcleo conceptual de la obra. Un “trackstar” podría referirse a alguien que navega por pistas (musicales, emocionales), que corre, que brilla, quizá alguien que arriesga. “I Love You Trackstar” suena como declaración, como reconocimiento a ese tipo de persona o a ese impulso interno. La canción juega con nuevos elementos, como los son sintetizadores super brillantes, voces procesadas con capas de filtros y una sensación pop que nos encanta. Aquí Stinkus une su deseo de libertad creativa con la emoción cruda del amor, de bien o mal, de arriesgarse. En el álbum aparece en un lugar estratégico: después de haber explorado distintas facetas, este es el momento de reunirlas y presentarlas en un solo pulso.


7. “Still (Interlude)”

El interludio funciona como pausa, como respiro. Tras la canción título, esta pieza nos da remembranza a un sonido lleno de guitarras, con arreglos que facilmente pudiecen venir en el clasico album de American Footbol. La canción sirve para conectar la primera mitad del álbum con la segunda, recalibrar la atención y preparar el terreno para los temas que vendrán.


8. “Holy Virgin”

Uno de los sencillos destacados del álbum: mezcla de dream pop con indie rock, inspiración de sus paseos por el vecindario mientras caminaba al perro, y la sensación de observar la vida cotidiana con ojos emocionales. La canción combina melodía luminosa con letras que tocan lo introspectivo: reflexionar sobre la inocencia o el renacer (“virgin” en el sentido simbólico), sobre la pureza de la experiencia antes de los filtros. Musicalmente, se apoya en sintetizadores, guitarras limpias, quizá coros etéreos. En el flujo del álbum, “Holy Virgin” representa la parte más accesible, quizá la más “hit-potencial”, pero sin perder la autenticidad que define a Stinkus.


9. “Bleeding Orange”

El título sugiere vulnerabilidad (bleeding) y al mismo tiempo un color que puede evocar atardeceres, calor, emoción. Esta canción nos lleva a un memoemnto de nostalgia, entre guitarras acusticas y esta doble voices que nos encanta del artista, con melodias agiles y una letra que poco a poco va pasando de lo nostalgico e intimo a una explosión de energia con un coro super pegajoso pero con la sensibilidad de un atardecer.


10. “Take That What You Want” ft. Lophiile

La colaboración con Lophiile trae otro color al álbum: un crossover entre el indie rock de Stinkus y las texturas electro urbanas de Lophiile. Musicalmente la canción nos sorprende con guitarras mas agresivas pero que son muy bien dijeridas en la canción y estilo de Stinkus, ofreciendo una expansión que ayuda a que el álbum no quede encerrado en un solo tono pero que tampoco pierde el sonido que venia construyendo. La letra sugiere permisividad (“toma lo que quieres”), quizá como un acto de liberación.


11. “Wide Eyed”

En este tramo del álbum, “Wide Eyed” enfoca la mirada hacia adelante, hacia lo que viene, quizá mezclando melancolía y esperanza. Sonoramente un tono mas sereno, el rasgeo de guitarras atmosféricas, voces suaves, y un pulso rítmico mas tranquilamente moderado, la canción representa el “amanecer” tras la tormenta: ves el mundo de nuevo, ojos abiertos.


12. “Coming to an End”

Llega el arco de cierre del disco la canción nos presenta riffs arriesgados, que van de los distorsionado a lo suave de una manera muy llevadera, los golpes de bateria marcan un groove interesante, mientras la voz toma un tona mas relajado y hablado, que le da su propia personalidad a la canción, para el final de la canción los ostinatos vocales y ell aumento en el BPM dan una sensación de crecimiento muy interesante.


13. “Maggie My Dog”

Con una guitarra que nos remonta a los iconos del Pop Punk de los dos mil, “Maggie My Dog” nos da un tono irreverente y divertido, una canción que, por el título, suena menor convencional, un momento de ternura, de pausa emocional, donde Stinkus rinde homenaje a una presencia fiel. En el álbum funciona como el gran respiro antes del cierre final, un gesto de humanidad, de humildad.


14. “The Oath”

La pieza final, “The Oath”, suena como compromiso, promesa, juramento. Un cierre poderoso pero sereno para el álbum: tras todo lo explorado, ansiedad, amor, juego, vulnerabilidad. Sonoramente, la canción recae en una balada acustica, con elementos vistos en el disco como las voces dobladas, un coro sumamente emocional, y un estilo de producción super consolidado.



Con I love you, trackstar en el horizonte, Stinkus no teme mostrar sus contradicciones. Su música es un reflejo del presente, donde la melancolía y la ironía pueden coexistir.



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