El colectivo de rock alternativo Hotel Mira, originario de Vancouver, opera bajo una premisa fundamental: la narración de historias. Este enfoque es impulsado por su carismático líder y compositor, Charlie Kerr. Su experiencia no se limita a la música; su trasfondo como actor y dramaturgo informa la composición de la banda, tratando toda expresión como un acto de narrar.
Esta filosofía se traduce en canciones como Don’t Break My Heart. La pieza es una representación precisa de su sonido, presentando un ritmo que es a la vez dinámico y explosivo. Es el tipo de energía que define al indie rock en su forma más directa, sirviendo como una sólida carta de presentación de la banda.
La intensidad de la canción cobra sentido al observar la presencia escénica de Kerr, descrita como una mezcla de Iggy Pop y teatro experimental. Su interpretación busca activamente romper la cuarta pared. Utiliza sus letras y melodías ondulantes para crear una conexión atenta con cada miembro del público.
Kerr no está solo en esta misión. El resto de Hotel Mira —Clark Grieve, Mike Noble y Cole George— proporcionan el paisaje sonoro. Es esta instrumentación la que permite que la pasión y el melodrama de cada canción envuelvan al oyente, completando la visión teatral del grupo.
Si eres un apasionado de la música y estás siempre en busca de nuevos sonidos para enriquecer tu playlist, has llegado al lugar indicado. En esta ocasión continuamos con nuestra sección “Nueva Ola”, donde te sumergiremos en el emocionante mundo de los lanzamientos musicales de artistas emergentes de todo el planeta y el mar. Desde géneros clásicos reinventados hasta fusiones audaces y voces que te dejarán sin aliento, prepárate para descubrir una nueva dimensión de la música global.
The Cherry Club – Right | Estados Unidos
Iniciamos con The Cherry Club y su canción “Right”, una propuesta que se mueve entre el indie pop y el espíritu rebelde del rock alternativo. El trío femenino de California, formado por Jessica Werking, Alexandra Ayscough y Emily Conway, logra transmitir una energía directa y natural, marcada por un ritmo constante y una voz que añade matices llenos de intención. “Right” fluye con frescura y mantiene un equilibrio entre lo melódico y lo enérgico, una combinación que atrapa desde la primera escucha.
Desde Santa Bárbara, The Cherry Club continúa desarrollando su estilo mientras trabaja en su próximo álbum. Su propuesta canaliza la fuerza femenina del grunge de los dos mil, pero con un enfoque actual que les da identidad propia dentro de la escena californiana. Su presencia en el escenario y la conexión entre sus integrantes refuerzan esa idea de autenticidad que las distingue, consolidándose como una banda que entiende bien cómo transformar emociones en una experiencia musical atractiva.
Sergio Capó – Puente de Flores | México
Seguimos con Sergio Capó y su canción “Puente de Flores”, una pieza que celebra las tradiciones mexicanas con un sonido que combina lo festivo y lo nostálgico. La melodía evoca el folclor de las celebraciones del Día de Muertos, mientras que el ritmo invita al movimiento sin perder la emotividad de la letra. Capó logra unir elementos del pop, el funk, el rock y el regional mexicano para construir una identidad musical que suena cercana y contemporánea.
A través de su voz cálida, Sergio Capó explora la dualidad entre el recuerdo y la vida, creando una conexión con quienes buscan algo más que una simple canción. Inspirado en la época romántica de los setenta, pero con arreglos actuales, su estilo combina la emoción clásica con una producción moderna. “Puente de Flores” se siente como un homenaje sincero que nos recuerda la importancia de mantener viva la memoria a través de la música.
MOSHUP – The One | Estados Unidos
Por último llega MOSHUP con “The One”, una propuesta que combina influencias del pop y la electrónica con una producción que transmite energía y dinamismo. Originario de República Dominicana, este artista y productor ha encontrado su sello en la mezcla de estilos, donde cada capa de sonido parece dialogar con otra. La canción mantiene una atmósfera fresca y moderna, perfecta para quienes buscan algo vibrante pero con un toque de nostalgia.
Con una trayectoria que incluye giras internacionales y colaboraciones con artistas reconocidos, MOSHUP apuesta por un estilo que une el future funk y el pop contemporáneo con una sensibilidad inspirada en la escena de los ochenta y noventa. En “The One”, esa fusión alcanza un punto interesante donde lo retro y lo actual conviven en equilibrio, dejando claro que su propuesta busca conectar generaciones a través del ritmo.
En conjunto, estas tres propuestas reflejan la diversidad y la creatividad que sigue definiendo a la música independiente actual. Desde la fuerza alternativa de The Cherry Club, pasando por la calidez folclórica de Sergio Capó, hasta la energía electrónica de MOSHUP, cada artista aporta una perspectiva distinta que vale la pena descubrir. Date la oportunidad de escucharlos y deja que cada uno te acompañe con su propio estilo en tus próximos días de música.
El proyecto ST. IVES nace de una colaboración entre la vocalista Anna O’Neil y el productor Arik Blum. Su unión no es casual; surge en un momento de agitación personal y de una afinidad compartida por los sonidos graves del Reino Unido de mediados de los 90. Este contexto de encrucijada es clave para entender su música, que busca ser un espacio para la catarsis y la experimentación sonora.
Su canción Tried You On es una muestra de esta búsqueda. La pieza trabaja una mezcla intrigante de rock alternativo y pop, creando una atmósfera que se percibe oscura. Lejos de buscar el gancho fácil, la propuesta se basa en una experimentación que resulta disfrutable, atrayendo al oyente a su sonido particular sin concesiones evidentes.
La textura de ST. IVES se apoya en la experiencia individual de sus miembros. La voz distintiva de O’Neil ya es conocida en la escena australiana gracias a su trabajo en solitario. Por su parte, Blum aporta un historial de producción diverso, habiendo trabajado con artistas que van desde el grunge hasta el R&B, lo que explica la amplitud de su paleta sónica.
Este proyecto, que se ha gestado discretamente en el estudio, parece ser el resultado directo de esa necesidad de experimentación. Tried You On no es solo una canción, sino la materialización de esa catarsis. Es una propuesta que utiliza la oscuridad y la intriga del alt-pop como vehículo para una expresión que evita lo predecible.
Si eres un apasionado de la música y estás siempre en busca de nuevos sonidos para enriquecer tu playlist, has llegado al lugar indicado. En esta ocasión continuamos con nuestra sección “Nueva Ola”, donde te sumergiremos en el emocionante mundo de los lanzamientos musicales de artistas emergentes de todo el planeta y el mar. Desde géneros clásicos reinventados hasta fusiones audaces y voces que te dejarán sin aliento, prepárate para descubrir una nueva dimensión de la música global.
Trendsetter x Magnus Deus, Mark Holiday x Katty G – Cyberstep
“Cyberstep” es una explosiva colaboración entre Trendsetter, Magnus Deus, Mark Holiday y Katty G, que fusiona con maestría sonidos de Dark Synth, Dubstep y vibras Cyberpunk. El resultado es una experiencia sonora intensa y futurista, llena de energía, bajos profundos y atmósferas cinematográficas que transportan al oyente a un universo digital y caótico. Con su carácter experimental y su producción de alto impacto, “Cyberstep” representa una inmersión total en el lado más oscuro y vibrante de la música electrónica contemporánea.
Stillhound – In The Waves | Reino Unido
Stillhound, el trío formado por Fergus Cook, Laurie Corlett-Donald y Dave Lloyd, regresa con “In The Waves”, un poderoso tema que combina guitarras intensas, baterías enérgicas y una atmósfera envolvente. La canción refleja la nueva etapa de la banda, más cercana al rock alternativo y post rock, dejando atrás los sintetizadores para abrazar un sonido más crudo y directo. Con una interpretación cargada de emoción y una producción que crece como una marea, “In The Waves” captura la dualidad entre la calma y el caos, consolidando a Stillhound como una de las propuestas más interesantes de la escena indie actual.
Indie Indie – I’m not awake | Canada
Indie Indie es un dúo musical formado por Rémi Cormier y Patrick Fournier, cuya propuesta combina melodías emotivas, experimentación sonora y una profunda sensibilidad lírica. Inspirados por artistas como Coldplay, Radiohead, The Fray, Patrick Watson y Keane, crean un sonido que fusiona el indie rock con toques de electrónica, dando como resultado canciones que equilibran lo íntimo y lo expansivo. Con una producción cuidada y una identidad sonora propia, Indie Indie invita al oyente a un viaje emocional a través de paisajes sonoros llenos de intensidad y belleza.
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Saint Sulpice – On the Floor | Estados Unidos
Saint Sulpice es un proyecto de indie rock originario de Nueva York, formado por los primos Will Loftus y Josh Arbo, quienes comenzaron a escribir música juntos desde los 14 años. Tras más de una década de trabajo conjunto, debutaron oficialmente en 2025 con su EP The Ides of March, una obra que destaca por sus armonías complejas y letras reflexivas. Su nuevo sencillo, “On the Floor”, explora la confusión emocional de las situationships, esas relaciones indefinidas tan comunes en la actualidad. Con una producción cuidada y una interpretación cargada de sinceridad, la canción combina melancolía y energía, consolidando el sonido distintivo y emocionalmente honesto de Saint Sulpice.
Nighttime Flyers – Running Strange | Estados Unidos
Nighttime Flyers es el proyecto colaborativo de Andrew Seward y Ryan Mahon, una propuesta instrumental que combina energía, emoción y una producción minimalista. Su lanzamiento Running Strange invita al oyente a sumergirse en un viaje intenso y envolvente, el proyecto muestra una exploración libre y cinematográfica, ideal para fans de Mogwai, Brian Eno y las bandas sonoras experimentales.
Josh Ritchie – Numb | Canada
Josh Ritchie es un cantante, compositor y guitarrista canadiense que combina rock, poesía y una fuerte conciencia social en su obra. Ritchie continúa consolidando su voz dentro de la nueva generación del rock alternativo, su más reciente sencillo, “Numb”, refleja una sensación de agotamiento existencial: ese momento en que la vida se vuelve rutinaria y uno espera que algo vuelva a encender la pasión y el propósito.
El trío Nathan Bryce and Loaded Dice no es un producto improvisado; es el resultado de una formación cimentada en el rock clásico, el blues y el sonido sureño. Originarios de Missouri, este grupo ha pasado los últimos tres años en la carretera, un fogueo intensivo como banda de apoyo para el guitarrista Taj Farrant. Ahora, reclaman el escenario principal con una propuesta que fusiona la nostalgia con una energía palpable.
Su canción Sailboat in the Sky presenta la faceta más relajada del grupo. La pieza se aleja de la estridencia para ofrecer un ritmo tranquilo, donde la personalidad de la banda brilla con luz propia. Es una atmósfera amena, que combina el soul sureño con una distintiva textura de blues-rock que se siente a la vez clásica y moderna.
El carácter de la canción se construye sobre dos pilares: la guitarra eléctrica y la voz. Nathan Bryce utiliza su instrumento para tejer un ambiente que evoca una vibra costera, casi cinematográfica, con una arenilla swampy muy particular. La voz complementa esta base, aportando la calidez necesaria para redondear la pieza y capturar la atención del oyente.
Si bien la crítica ha aplaudido su capacidad para el rock de alta energía, Sailboat in the Sky demuestra el rango de Nathan Bryce and Loaded Dice. Es una muestra de su habilidad para controlar la dinámica y entregar una pieza que se sostiene en la calidad de su ejecución, probando que su legado de rock y soul está en buenas manos.
La escena londinense ve emerger a Cyd Gene, una artista de origen polaco con formación en danza. Su música busca explorar la tensión entre la belleza y la ruina, un enfoque que define su debut. El lanzamiento de su sencillo Saviour en Halloween no parece casual, sino una declaración de la atmósfera que busca cultivar, moviéndose entre la sombra y la luz.
El tema se enmarca en un indie pop con una fuerte dosis retro, evocando el new wave y el goth-pop de los 80. La producción, a cargo de Will Vaughan, es notoria, construyendo la canción sobre una línea de bajo saturada de chorus y sintetizadores ambientales. Es un sonido que se siente a la vez nostálgico y moderno, como un sueño febril de devoción.
La voz de Cyd Gene sostiene la pieza, moviéndose entre la fragilidad y el poder. Su interpretación, descrita como “de porcelana”, teje un velo de rendición. El núcleo temático de Saviour es la devoción absoluta: la idea de ser salvado por el amor, incluso si eso implica desaparecer del mundo exterior, tal como ella misma lo explica.
Como intérprete y bailarina, Cyd Gene traslada esa fisicalidad a su sonido, que se siente controlado e hipnótico. Saviour no es solo una canción, sino una confesión de pop gótico. Es una propuesta donde la artista elige permanecer perdida en esa devoción, presentando un debut inquietante que permanece.
La escena de Perth, Australia, ve emerger a Curley, una banda cuya identidad parece definirse en el escenario. Sus presentaciones en vivo se describen como excéntricas y coloridas, un vehículo para un amplio rango de emociones. Liderados por la voz melódica de George Gare, el grupo aborda temas tan dispares como rupturas y fantasmas, siempre con un enfoque melodramático pero sincero.
Su tema, Get Places, es una clara muestra de su sonido central. La canción se mueve con soltura en las coordenadas del indie pop y el alt-pop, presentando un ritmo fluido y atractivo. Lo que distingue a la pieza son sus cambios rítmicos, que añaden un toque dinámico a la estructura. Sobre esta base, la voz de Gare se integra con notable presencia.
Esta energía se alinea con su reciente EP, Twirly, un trabajo que explora un sonido más humorístico y alegre. El espíritu de estas nuevas canciones proviene de su método de grabación “hazlo tú mismo”, en habitaciones y cuartos traseros. Este proceso resulta en una propuesta que se siente a la vez íntima y enérgica, capturando su esencia sin filtros.
Aunque los miembros de Curley se mantienen ocupados girando con otros actos de Perth, su proyecto principal mantiene una identidad única. Su música busca encapsular la “magia de la experiencia humana”. Get Places funciona como una buena puerta de entrada a ese universo, uno que equilibra lo teatral de sus directos con la honestidad de sus grabaciones caseras.
Giuseppe Cucè, cantautor y narrador siciliano, pertenece a esa rara estirpe. Su música habita el punto exacto donde la emoción se vuelve palabra y la palabra se transforma en silencio. Con su nuevo álbum 21 Grammi, Cucè continúa un recorrido artístico que lleva más de una década tejiendo una obra íntima, coherente y profundamente humana.
Nacido en Sicilia, Giuseppe Cucè ha sabido mantener viva la tradición del cantautor italiano, pero reinterpretándola desde una mirada contemporánea. Sus canciones beben de la herencia de Lucio Battisti, Franco Battiato o Ivano Fossati, pero su sonido mira hacia lo cinematográfico, hacia la sutileza del pop de autor y las atmósferas del ambient moderno.
Antes de 21 Grammi, Cucè había publicado proyectos que ya dejaban entrever su sensibilidad poética y su búsqueda espiritual. Sin embargo, es con este disco que consolida su lenguaje: una mezcla de lirismo, introspección y minimalismo que parece nacer del silencio mismo. Su voz —templada, cercana, siempre cargada de intención— funciona como un hilo conductor entre lo tangible y lo invisible. No necesita grandes gestos: cada palabra, cada respiración, está colocada con una precisión emocional que desarma.
Con 21 Grammi, el cantautor siciliano Giuseppe Cucè entrega una de sus obras más íntimas y depuradas hasta la fecha. El disco no solo consolida su madurez artística, sino que revela una búsqueda espiritual y emocional que trasciende los límites del pop italiano contemporáneo.
El título parte de una vieja leyenda: al morir, el cuerpo humano pierde veintiún gramos, supuestamente el peso del alma. Para Cucè, ese número no representa una verdad científica, sino un símbolo de lo intangible, de todo aquello que sentimos pero no podemos explicar. 21 Grammi es, así, un viaje sonoro hacia lo invisible: una exploración del amor, la memoria, la fragilidad y la esperanza.
El Track x Track de 21 Grammi
1. È tutto così vero
El álbum se abre con una declaración de principios: “È tutto così vero” es una confesión emocional en forma de canción. Giuseppe Cucè canta con una voz que parece flotar sobre un paisaje minimalista de piano y cuerdas, construyendo una atmósfera íntima, casi espiritual. El tema es la verdad desnuda, la vulnerabilidad que surge cuando uno se enfrenta a sí mismo sin máscaras. Su interpretación es contenida, pero cada palabra vibra de intensidad. La producción mantiene un equilibrio perfecto entre sencillez y profundidad, dejando que el silencio y la respiración sean parte de la melodía.
2. Ventuno
“Ventuno” , inspirada en la idea del peso del alma, la canción se despliega como una plegaria moderna. Su estructura es sencilla, pero su carga emocional es inmensa. Las capas de sonido de pianos, percusiones suaves, texturas electrónicas, se entrelazan como una respiración, mientras la voz de Cucè se eleva con una calma que duele. La letra, poética y abierta, habla de transformación, de la necesidad de aceptar la pérdida y hallar sentido en la fragilidad. Es una pieza que se mueve entre la luz y la sombra, entre lo humano y lo divino.
3. Dimmi cosa vuoi
Con “Dimmi cosa vuoi”, el tono del disco se vuelve más terrenal y directo. Aquí Cucè aborda la comunicación dentro del amor, esa lucha silenciosa entre el deseo de entender y el miedo a mostrarse vulnerable. La base rítmica, más marcada, introduce un pulso orgánico que recuerda al pop italiano clásico, pero con una producción moderna y elegante. Su voz suena cercana, casi como si hablara al oído. Las palabras buscan una melodía, luminosa pero melancólica, deja un eco de ternura y desasosiego.
4. Fragile equilibrio
En “Fragile equilibrio”, Giuseppe Cucè se detiene a contemplar la línea invisible entre el caos y la calma. El tema es una joya de delicadeza: guitarras acústicas, sonidos ambientales y un fraseo que parece suspendido en el tiempo. La letra reflexiona sobre lo inestable que es existir, sobre cómo la vulnerabilidad puede ser también una forma de fortaleza. La producción, minimalista y cinematográfica, deja espacio al aire y al silencio, logrando una sensación de transparencia emocional.
5. La mia dea
“La mia dea” es un momento de recogimiento y devoción. Cucè canta a la figura materna con una ternura luminosa y un respeto sagrado. El piano guía la melodía, mientras la voz se llena de reverencia. Es una canción sobre el amor que sostiene, el que cura y no exige. Sin caer en sentimentalismo, Giuseppe construye una atmósfera de gratitud y reconocimiento, donde lo humano se funde con lo espiritual.
6. Cuore d’inverno
“Cuore d’inverno” representa la pausa, el instante en que la emoción se congela para poder sobrevivir. Es una canción de introspección y recogimiento, donde el silencio tiene tanto peso como la melodía. Las notas de piano caen como copos de nieve, mientras la voz de Cucè se mueve entre la vulnerabilidad y la serenidad. Habla de la soledad, del tiempo detenido, del amor que resiste al frío. La producción es minimalista, casi transparente, y deja que el oyente respire dentro de la música.
7. Tutto quello che vuoi
Con “Tutto quello che vuoi”, el disco se abre a una energía renovada. La canción fluye con un ritmo envolvente y melodías brillantes que transmiten libertad y reconciliación. Habla de amor, pero también de entrega y aceptación: de ofrecer todo lo que se es, sin miedo al resultado. La producción introduce elementos de pop contemporáneo, con guitarras eléctricas suaves y una percusión que impulsa el movimiento sin romper la atmósfera contemplativa del álbum. Es uno de los momentos más accesibles del disco, pero mantiene la profundidad emocional que caracteriza el universo de Cucè.
8. Una notte infinita
El penúltimo tema, “Una notte infinita”, es puro cine sonoro. Su estructura recuerda una banda sonora emocional que crece lentamente hasta un clímax lleno de intensidad. La letra explora la ausencia, la espera y el deseo como fuerzas que definen al ser humano. Las capas de sintetizadores y guitarras crean una atmósfera nocturna y expansiva, donde la voz de Cucè se convierte en guía. Es una canción sobre el tiempo suspendido, sobre las noches que no terminan porque aún queda algo por decir. En su densidad emocional, es quizás el punto más cinematográfico de todo el álbum.
9. Di estate non si muore
El título, “En verano no se muere”, encierra una paradoja que define la canción: la vida persiste incluso en la estación de la plenitud. Aquí Cucè se muestra más narrativo. La música combina guitarras cálidas y percusiones suaves que evocan el calor del Mediterráneo, pero bajo esa superficie luminosa se esconde una melancolía profunda. Es el cierre ideal del álbum, una despedida que no termina del todo.
21 Grammi es un álbum que explora la dimensión emocional y espiritual del ser humano a través de una producción minimalista, combinando elementos acústicos y electrónicos para crear un sonido cálido y cinematográfico. Las letras abordan temas como la fragilidad, la memoria, el amor y la búsqueda de sentido, consolidando a Cucè como un cantautor maduro y reflexivo.
El grupo chileno Planeta Luna se ha postulado como una revelación dentro del género Pop-Rock, impulsado por su reciente trabajo de estudio titulado Ojos Claros. Este disco, cuya producción estuvo a cargo de Rudi Meibergen, conocido por su trabajo en series de Netflix y HBO, se beneficia de un proceso de creación con alcance internacional.
Su sencillo Ojos Claros es un ejemplo de la meticulosidad de este proyecto. La canción exhibe claras influencias de rock-pop, desplegando una atmósfera interesante que combina eficazmente recursos de composición clásicos con elementos más contemporáneos. Esto contribuye a ofrecer una experiencia auditiva con una textura bien definida.
La banda se tomó en serio la calidad sonora. El proceso de mezcla de las siete canciones que componen el disco se repartió entre Chile, Ámsterdam y París. La etapa final de masterización corrió a cargo del productor Darryl Swann, ganador del Grammy, en estudios de California, un proceso que subraya la ambición del grupo.
Planeta Luna describe su álbum como un “regalo”, con un sonido elevado en calidad y una inocencia especial en sus melodías. El grupo demuestra que su Ojos Claros es el resultado de un esfuerzo concertado para refinar su voz.