Hay impulsos creativos que no responden a una banda o a una persona, sino a una necesidad fundamental de crear. Bajo esa premisa opera Tender Glue, el proyecto de Tom Gluewicki, un músico de origen polaco radicado en Nueva York. Su historia musical comenzó con una guitarra rota y se ha desarrollado no en grandes estudios, sino en la intimidad de su propio hogar, utilizando los recursos a su alcance para dar forma a sus ideas.
Su canción, My Sweetest Tone (Time Machine), es un reflejo de este proceso. La pieza se mueve en las coordenadas del indie rock con una dosis bien integrada de shoegaze que aporta textura. Su ritmo es dinámico, con juegos de intensidad y matices instrumentales que añaden profundidad a la mezcla. Sobre esta base, la voz se acopla de manera natural, funcionando como un elemento más del paisaje sonoro.
La crudeza y el carácter personal de su música no son un accidente, sino una consecuencia directa de su método de trabajo. Su último álbum fue grabado y producido íntegramente en el clóset de su apartamento en Manhattan, un detalle que explica la atmósfera de su propuesta. Es un sonido que nace de la limitación y la convierte en una característica definitoria, sin artificios.
La propuesta de Tender Glue es la de un músico que construye su universo sonoro con lo que tiene a mano. Lejos de las grandes producciones, su trabajo encuentra su fuerza en la honestidad de su origen. My Sweetest Tone (Time Machine) funciona como una ventana a este mundo, ofreciendo una pieza con una estructura sonora interesante que vale la pena explorar.