La historia de Caitlin & Brent surge en un momento de incertidumbre. Caitlin Sherman, tras el lanzamiento de su álbum solista Death To The Damsel en 2020, vio cómo la pandemia truncaba sus planes de giras y presentaciones. En medio de esa pausa forzada, encontró un nuevo cauce creativo junto a Brent Amaker, conocido por su voz profunda y su paso por el country-western. De esa unión nació un proyecto que combina sensibilidad y contraste, reflejando tanto la vulnerabilidad como la fuerza de empezar de nuevo.
En este marco aparece “Pleasure In the Pain”, una canción que se distingue por su producción detallada e impactante. La atmósfera que construye es rica en matices, con un ritmo dinámico que se sostiene en lo mejor del indie rock. La pieza no se limita a la energía instrumental, sino que encuentra en el contraste de voces su mayor atractivo: la suavidad romántica de Sherman frente al timbre áspero de Amaker, un diálogo que refuerza la tensión emocional del tema.
La propuesta de Caitlin & Brent se siente como un puente entre épocas. Sus arreglos evocan tanto la estética de los años sesenta como la frescura de la música independiente actual. En “Pleasure In the Pain”, esa dualidad se traduce en un sonido que no busca ser complaciente, sino envolvente, capaz de transmitir la intensidad de las emociones que dieron origen a la colaboración. Es un tema que se sostiene en la química de sus intérpretes y en la claridad de su producción.
Al escuchar “Pleasure In the Pain”, se percibe una invitación a sumergirse en un espacio donde el dolor y el placer conviven. La canción no pretende adornarse con artificios, sino mostrar un indie rock directo, con atmósfera cuidada y voces que se complementan en su diferencia. En esa mezcla de dinamismo y contraste, Caitlin & Brent confirman que su unión artística es capaz de transformar la incertidumbre en una propuesta que conecta con el presente.
No es la primera vez que hablamos de Big Sleep, y eso ya dice mucho de la huella que están dejando en la escena indie-alternativa. La banda de Dublín, formada por Rónán Connolly, Matteo Poli, Evin O’Connor y Dougie Sealy, ha sabido construir un camino sólido a través de presentaciones en vivo que desbordan energía y un repertorio que combina lo rítmico con lo emocional. Su historia, marcada por giras y escenarios llenos antes de la pandemia, refleja un compromiso constante con la música original.
En ese contexto aparece “Doo Doo Doo Doo Doo”, una canción que lleva en sus entrañas un ADN retro. Las influencias del rock y el indie pop se entrelazan en un ritmo dinámico y divertido, capaz de evocar épocas pasadas sin perder frescura. Es un tema que se disfruta por su sencillez y por la manera en que logra conectar con el público, mostrando otra faceta del sonido versátil de la banda.
La propuesta de Big Sleep en esta canción se suma a lo que ya hemos revisado en trabajos anteriores: un estilo que no teme experimentar y que se sostiene en la fuerza de sus presentaciones en vivo. “Doo Doo Doo Doo Doo” confirma que la banda no se limita a repetir fórmulas, sino que busca expandir su identidad musical con piezas que, aunque simples en estructura, resultan memorables por su carácter rítmico.
Al escuchar “Doo Doo Doo Doo Doo”, se percibe un juego entre lo retro y lo contemporáneo. La canción no pretende ser grandilocuente, sino efectiva en su capacidad de atrapar al oyente con un pulso constante y alegre. En esa mezcla de influencias y en su espíritu ligero, Big Sleep reafirma su lugar como una banda que sabe mirar hacia atrás sin dejar de avanzar, ofreciendo música que se disfruta tanto en la nostalgia como en el presente.
El dúo costarricense Shimdra, originario de Tres Ríos en Cartago, ha construido su identidad a partir de un largo recorrido que comenzó con la banda Shangri-Lá en los años 2000. Con el paso del tiempo, la formación se consolidó y en 2010 inició la grabación de su primera producción musical, sumando la participación de Fabián Romero en el bajo y Katherine en la voz principal. La historia del grupo refleja un proceso de transformación constante, marcado por la búsqueda de un sonido propio dentro del rock criollo.
En 2016 la incorporación de Bob de la Vega como voz principal dio un nuevo impulso a Shimdra, que junto a Ale Calderón en la guitarra y voz, Fabián Romero en el bajo y Alejandro Di Mare en la batería, conformaron una etapa más sólida. A finales de 2018, el contacto con el productor argentino Mario Breuer abrió un camino de composición y ensayos que reafirmó la intención de trabajar en música original. Sin embargo, la enfermedad y posterior partida de Romero en 2020 dejó una huella profunda en la agrupación.
Dentro de este recorrido aparece “Somos lo que somos”, una canción que se sostiene en influencias rock muy marcadas. Su ritmo simple funciona como un recurso suficiente para atrapar al oyente, mientras que la voz cálida y llena de vida aporta un carácter humano y directo. El tema no busca complejidad excesiva, sino transmitir con claridad la esencia de la banda y su manera de entender el rock como un lenguaje cercano.
Al escuchar “Somos lo que somos”, se percibe un diálogo entre la historia del grupo y su presente. La canción refleja tanto la resiliencia de Shimdra como su capacidad de transformar experiencias en música que conecta. En esa mezcla de sencillez rítmica y energía vocal, el dúo reafirma su lugar dentro de la escena costarricense, mostrando que su propuesta se sostiene en la autenticidad y en la fuerza de seguir creando.
El músico angelino Curt Barlage, conocido por su paso en la banda The Bixby Knolls y sus giras por México durante la década de los dos mil diez, ha decidido emprender un camino en solitario. La pandemia y el cierre de proyectos colectivos lo llevaron a replantear su relación con la música, optando por publicar bajo su propio criterio creativo. En este regreso, Barlage retoma influencias de shoegaze y dream pop, pero sin abandonar la energía que lo ha caracterizado en la escena indie de Los Ángeles.
En ese contexto surge “Endless Nothing”, una canción que se sostiene en claras influencias rock, pero que incorpora un matiz oscuro en su atmósfera. El ritmo, relativamente simple, funciona como un vehículo para transmitir un encanto particular, más sugerente que explosivo. La pieza se convierte en un espacio donde la sobriedad del sonido contrasta con la intensidad emocional que se percibe en cada nota.
La decisión de Barlage de trabajar en solitario le permite explorar con mayor libertad. “Endless Nothing” refleja esa búsqueda, mostrando un estilo que no depende de adornos excesivos, sino de la capacidad de generar sensaciones con elementos mínimos. Es un tema que se aleja de lo grandilocuente y apuesta por la construcción de un ambiente que se siente íntimo y al mismo tiempo inquietante.
Al escuchar “Endless Nothing”, se percibe un diálogo entre lo crudo del rock y lo etéreo del shoegaze. No es una canción que busque deslumbrar con complejidad, sino que se apoya en su sencillez para conectar con el oyente. En esa mezcla de oscuridad y encanto, Curt Barlage reafirma su regreso a las raíces, ofreciendo una propuesta que se abre paso en la escena independiente con un carácter propio.
La banda francesa de indie rock Reaven regresa con su nuevo sencillo navideño, It’s Christmas Tonight, un tema que captura la esencia de la temporada. La canción se convierte en un himno moderno de pop rock que celebra la unión con nuestros seres queridos, el deseo de compartir alegría y luz, y la importancia de detenerse a valorar los momentos especiales que rompen la rutina diaria.
Musicalmente, It’s Christmas Tonight combina guitarras pop rock, arreglos y melodías pegadizas, ofreciendo un equilibrio entre la energía del rock y la calidez característica de la música navideña.
Con It’s Christmas Tonight, Reaven combina su potencia sonora con la calidez y emotividad de la temporada navideña, anticipando un 2025 cargado de nuevos lanzamientos, su esperado álbum Reavolution y una gira internacional que recorrerá Europa, Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica. La banda demuestra que, además de su fuerza indie rock, también sabe tocar los sentimientos de su público con canciones llenas de luz y espíritu festivo.
Después de conquistar la atención internacional con su trabajo visual, la artista danesa Thyra Hilden, conocida simplemente como THYRA en su faceta musical, vuelve a expandir los límites entre arte contemporáneo y pop alternativo con el lanzamiento de su nuevo single “Natural High”.
La canción, una inyección de energía alt-pop comparable a propuestas como Lola Young, captura la esencia que ha convertido a THYRA en una creadora inclasificable: humor, vitalidad y una visión provocadora del placer y la sincronía emocional. “En un contexto erótico, mi hombre nunca me ‘dejaría atrás’. Llegar sincronizados es un win-win”, comenta la artista, explicando que la canción honra esa compenetración desde una perspectiva juguetona y honesta. Para ella, la sincronía no solo es un concepto íntimo, sino una metáfora de cómo el humor, el arte y la vida funcionan mejor cuando ocurren “en el mismo ritmo”.
Musicalmente, “Natural High” despliega un pulso vibrante, una producción radio-ready y un enfoque melódico que se pega a la primera escucha. El lanzamiento llega acompañado de un videoclip creado por la joven artista Lenora Weng, así como una sesión en vivo grabada en 2025 que muestra a THYRA y su banda interpretando siete canciones, incluyendo “Natural High”. Esta estrategia audiovisual refuerza su capacidad de unir mundos: la precisión conceptual de una artista visual formada en la Royal Danish Academy of Fine Arts y la espontaneidad emocional de una música que no teme ser divertida, sensual y libre.
Con un historial que combina intervenciones visuales monumentales y un catálogo musical que suma miles de oyentes, THYRA se posiciona como una figura transversal capaz de moverse con soltura entre museos, playlists y titulares internacionales. “Natural High” es una declaración de energía, sincronía y descaro, un recordatorio de que el arte también puede ser una celebración sin complejos.
El dúo the dt’s ha sabido moverse con soltura entre géneros, desde el rock hasta el blues y el power pop, sin perder una identidad que se construye desde la colaboración y la experimentación. Su música nace en estudios caseros, pero no se queda ahí: en vivo, despliegan una energía que transforma cada canción. Con influencias modernas y guiños vintage, su enfoque pop se sostiene en armonías bien trabajadas y una clara voluntad de explorar.
En ese contexto aparece “Sorry Not Sorry”, una canción que se aleja de la urgencia punk de temas como Cherry y apuesta por un ritmo tranquilo. Las influencias rock están presentes, pero se diluyen en un sonido más ameno y ligero, capaz de conectar con distintos públicos. Es una pieza que no busca sobresaltar, sino acompañar, y lo hace con una naturalidad que se agradece.
La trayectoria de the dt’s ha sido constante desde su EP debut You With Me en 2022, seguido por los sencillos Refresh y All In My Head. Su presentación en el Bowery Ballroom y su participación en el WAWY Showcase consolidaron su presencia en la escena independiente. En 2025, abrir para actos como Supersonic y Penelope Road confirma que su propuesta sigue ganando terreno.
“Sorry Not Sorry” se suma a ese recorrido como una muestra de versatilidad. No pretende reinventar el sonido del dúo, pero sí ofrece una faceta más accesible, donde la calma y la melodía se imponen sobre la intensidad. En ese equilibrio entre lo clásico y lo contemporáneo, the dt’s siguen construyendo un catálogo que se adapta sin perder coherencia.
El músico Nate Hess, bajo el nombre de Bad & The Ugly, ha construido un espacio sonoro que se aparta de lo convencional. Su propuesta se nutre de influencias como Andy Shauf y City and Colour, pero se distingue por un tono acústico más oscuro y envolvente. Con dos EPs autoeditados, Skin and Bones y Slept in the Pages, Hess ha logrado captar la atención de audiencias nacionales e internacionales, mostrando que su tránsito del hardcore hacia un folk cargado de sombras no es un accidente, sino una evolución consciente.
En este contexto aparece su versión de “Something in the Way (Nirvana Cover)”, una interpretación que no busca replicar la crudeza original de Nirvana, sino dialogar con ella. La canción conserva el aura misteriosa y los tintes oscuros que la hicieron emblemática, pero se filtra a través de la sensibilidad acústica de Hess. El resultado es un contraste entre lo áspero y lo íntimo, donde las armonías fantasmales refuerzan la sensación de un rock desnudo, sin adornos, pero con matices propios.
La trayectoria de Bad & The Ugly respalda esta lectura. Haber compartido escenario con artistas como Kevin Devine o Dan Andriano le ha permitido consolidar un estilo que se sostiene en la honestidad lírica y en un sonido que evita caer en clichés regionales. Su música parece surgir de un lugar indeterminado, como si el viento la arrastrara desde un paisaje desolado, y esa cualidad se refleja con claridad en su acercamiento a la obra de Nirvana.
Al escuchar “Something in the Way (Nirvana Cover)”, se percibe un diálogo entre pasado y presente. No se trata de un homenaje complaciente, sino de una reinterpretación que expone la esencia cruda del tema y la coloca en un terreno distinto. Hess logra que la canción se escuche como un eco que viaja por un cañón sonoro, donde cada silencio pesa tanto como cada nota. Es ahí donde Bad & The Ugly reafirma su identidad: un músico que transforma la herencia del rock en un paisaje acústico sombrío, sin perder la honestidad de su voz.
Desde su formación a finales de los años ochenta en Weilheim, Alemania, The Notwist se ha convertido en una de las bandas más influyentes e inclasificables de la música alternativa europea. Su trayectoria es un ejercicio de transformación: de sus inicios ligados al noise y al post-hardcore, el grupo evolucionó hacia un universo sonoro donde conviven el pop experimental, la electrónica detallista, el indie rock emocional y un inconfundible pulso kraut. Esa capacidad de mutar sin perder identidad los ha convertido en un referente para oyentes, músicos y productores que buscan en la música algo más que una fórmula repetida.
Comandado por los hermanos Markus y Micha Acher, junto a Cico Beck en su formación más reciente, The Notwist ha construido un lenguaje propio: texturas electrónicas que respiran, melodías que emergen entre el ruido, ritmos que avanzan como engranajes precisos, voces que sugieren más de lo que afirman. Su obra maestra de 2002, Neon Golden, consolidó ese estilo y los posicionó internacionalmente como una de las propuestas más frescas y visionarias de su generación.
El proyecto regresa con “X-Ray”, un sencillo que reafirma su capacidad para reinventarse sin abandonar la esencia que los ha convertido en una de las bandas más influyentes del indie experimental europeo. Este nuevo adelanto de su próximo álbum News from Planet Zombie condensa la intensidad emocional de un mundo acelerado, caótico y saturado, transformándola en un himno luminoso que pulsa entre la ansiedad contemporánea y la necesidad urgente de conexión.
“X-Ray” se mueve con naturalidad entre el pop experimental, el indie rock electrónico y ese kraut-pop minimalista tan característico de la banda. La canción avanza con un impulso rítmico hipnótico y capas de distorsión que se expanden como ondas en el aire, generando un paisaje sonoro tan físico como emocional. Es una pieza que irradia energía colectiva: cada golpe de batería, cada textura electrónica y cada línea melódica parecen empujar hacia una especie de liberación compartida.
Lejos de caer en el mero caos, The Notwist consigue equilibrar la explosividad del tema con una sutil melancolía. Esa mezcla es, precisamente, lo que permite que “X-Ray” funcione como una radiografía del presente: un retrato de un tiempo marcado por la incertidumbre, la hiperestimulación y la urgencia permanente, pero también por la búsqueda de humanidad entre el ruido.
Cherry Makes Waves es una productora, cantante y creadora visual nacida en Letonia y actualmente activa en distintos países de Europa, Cherry se ha convertido en una figura que destaca por su enfoque, en su música conviven el indie pop dreamy, el synthpop cinematográfico, el rock y el trip-hop con matices tribales, todo fusionado bajo una sensibilidad artística que prioriza el riesgo y la autenticidad.
La obra de Cherry Makes Waves se distingue por su habilidad para crear atmósferas envolventes, en las que cada canción funciona como un capítulo dentro de un universo propio. Esa cualidad cinematográfica no es casualidad: además de componer y producir, Cherry dirige y edita sus propios videoclips, construyendo un lenguaje visual que complementa y amplifica su propuesta musical. Su identidad artística está marcada por la experimentación, el juego con el tempo, la búsqueda de texturas sonoras poco convencionales y una voz capaz de moverse entre la vulnerabilidad etérea y la potencia expresiva.
Con Home By Eleven, Cherry Makes Waves entrega su proyecto más ambicioso hasta la fecha: un álbum que captura la energía inquieta de crecer, de buscar respuestas, de perseguir sueños con la misma intensidad con la que uno intenta llegar “a casa antes de las once”. Desde Ámsterdam, la artista letona—productora, vocalista y creadora audiovisual—construye un trabajo en el que el dance pop se transforma en una narrativa sobre el tiempo, la identidad y la velocidad emocional de la juventud.
A lo largo de once canciones, el disco despliega un universo sonoro vibrante: bajos que avanzan como pulsos eléctricos, sintetizadores que brillan como luces nocturnas y beats que sostienen una sensación de movimiento constante. Sin embargo, lo que distingue a Home By Eleven no es solo su capacidad para hacer bailar, sino la forma en que cada pista contiene un relato. Cherry hace del pop un vehículo para la memoria, para el vértigo de crecer y para ese instante en el que uno se reconoce a sí mismo en medio del caos.
El Track x Track de Home By Eleven
1. Yeah
“Yeah” abre el álbum con una explosión de energía y drums, funcionando como un manifiesto sonoro con sintetizadores que brillan como luces de neón y percusiones que marcan el ritmo de una noche que apenas comienza, convirtiendo el “Yeah” del título en un grito que empuja al oyente a adentrarnos en su propuesta.
2. One Level Higher
“One Level Higher” es un himno pop-electrónico. Aquí, Cherry construye una atmósfera futurista donde cada beat simboliza un paso hacia una mejor versión personal. La canción es un viaje de auto–elevación, donde se dejan atrás hábitos, personas o creencias que impiden crecer, y se abraza la idea de “subir un nivel”, tanto en lo emocional como en lo espiritual. Su voz navega entre capas de sintetizadores y arreglos que evocan misterio, como si la canción fuera el soundtrack para avanzar en cámara lenta hacia un destino inevitable.
3. Regulate Your Mess
En “Regulate Your Mess”, Cherry mezcla humor ácido, lucidez emocional y un sonido vibrante. Es un tema que combina actitud con un toque juguetón, mientras la artista canta desde una posición de claridad: ella no tiene intención de cargar con dramas ajenos. El track vibra con texturas electrónicas que se agitan y se reorganizan, imitando precisamente el proceso de “regular” lo que está fuera de control.
4. Home by Eleven
“Home by Eleven” es una pieza melancólica disfrazada de una balada electrónica luminosa. Entre sintetizadores ochenteros, la canción retrata esa sensación de regresar antes de tiempo, ya sea literal o emocionalmente: volver cuando la noche aún promete cosas, o retirarse cuando una relación ya no vibra igual. Cherry construye una narrativa donde la soledad no es un destino triste, sino un espacio íntimo de reflexión. Con atmósferas suaves, pads etéreos y una interpretación vocal energeticamente vulnerable, la canción captura el instante en el que decides proteger tu energía, incluso si eso significa irte antes de que alguien note tu ausencia.
5. Bisket Full
“Bisket Full” es pura picardía y sensualidad electrónica. Con un beat vibrante y melodías brillantes, Cherry convierte la metáfora del “bisket full” en un retrato juguetón del deseo: un hombre tan irresistible que es literalmente un canasto lleno de galletas. El tema gira alrededor de decisiones impulsivas, riesgos apasionados y ese estado mental electrificado que aparece cuando el deseo manda sobre la razón. La producción visual refuerza su intención ligera y divertida, y la vocal de Cherry se luce con dinamismo y actitud, capturando la esencia de una atracción que es imposible ocultar o racionalizar.
6. Dancing Like I Know Ya
“Dancing Like I Know Ya” se siente como ese momento en el que te cruzas con alguien por primera vez, pero tu cuerpo actúa como si lo conociera desde siempre. La instrumentación rítmica y luminosa refleja la sincronía entre dos energías que se encuentran sin necesidad de palabras. Es un tema seductor, festivo y un poco nostálgico, que evoca la magia inexplicable de una noche que fluye con naturalidad y que solo puede capturarse bailando.
7. Kids Chasing Clocks
En “Kids Chasing Clocks” nos adentra a una pieza llena de arpegiadores y un groove futurista, es una reflexión profunda envuelta en texturas dream-pop: una mirada a la juventud intentando alcanzar el tiempo, querer crecer demasiado rápido o luchar contra el miedo a quedarse atrás. La canción mezcla sensibilidad y una vibra que amplifica el sentimiento de correr sin saber exactamente hacia qué. Cherry canta con una ternura melancólica, recordando que todos hemos sido niños persiguiendo relojes, intentando atrapar momentos que inevitablemente se escapan. Es uno de los temas más emotivos del álbum, con una belleza tranquila y una producción que se siente como un sueño suspendido.
8. Bloody Mary
“Bloody Mary” es un estallido dramático y oscuro dentro del álbum, mezclando elementos de electropop con una narrativa que roza lo mitológico. Cherry juega con la figura del Bloody Mary como metáfora de enfrentar miedos internos o versiones pasadas de uno mismo que resurgen cuando menos lo esperas. La canción combina tensión, misterio y una sensualidad peligrosa, como entrar en una habitación roja iluminada por neón. Voces procesadas, pulsos rítmicos-electronicos y arreglos hacen de este tema una experiencia casi ritualista.
9. Sad on Internet
Con una mirada aguda a la cultura digital, “Sad on Internet” captura la contradicción emocional de sentirse triste en un espacio donde todo parece diseñado para la alegría superficial. Cherry explora la vulnerabilidad online, los filtros emocionales y la necesidad de mostrarse bien aunque por dentro todo esté desordenado. Su voz combina brillo pop con texturas más oscuras que simbolizan lo que se esconde detrás de la pantalla. Es un himno de sinceridad contemporánea, donde la artista retrata la fragilidad de la era hiperconectada.
10. Sea
“Sea” es una inmersión sonora en emociones profundas. Como su nombre lo sugiere, la canción fluye con ondulaciones melódicas y capas sonoras que se expanden como mareas, creando un ambiente introspectivo y conmovedor. Cherry utiliza el mar como metáfora de libertad, inmensidad y también de vulnerabilidad: un lugar donde podemos perdernos, limpiarnos o renacer. Su interpretación vocal es suave, casi acuática, como si flotara entre las olas. Es un track contemplativo, ideal para quienes buscan un momento de pausa emocional.
11. High & Dry
Cerrando el álbum, “High & Dry” ofrece una mezcla de desolación emocional y resiliencia. La canción describe el sentimiento de ser abandonado, el proceso íntimo de reconstruirse después de una decepción. Aunque está cargada de melancolía, la producción mantiene una claridad futurista, como si Cherry cantara mirando hacia un horizonte donde todavía hay esperanza. Su voz suena frágil y firme a la vez, transmitiendo la dualidad de aceptar el dolor y transformarlo en fuerza.
En conjunto, Home by Eleven se presenta como un álbum debut que no revela el universo creativo de Cherry, cada pista funciona como una ventana distinta a su sensibilidad artística: luminosa, inquieta, oscura, introspectiva y profundamente humana. A través de ritmos vibrantes, atmósferas futuristas y una narrativa que va de la euforia a la vulnerabilidad, Cherry logra capturar el vértigo de crecer sin dejar atrás la curiosidad infantil que impulsa a seguir soñando. El resultado es un trabajo cohesivo y cargado de personalidad.