En el panorama del indie rock, el colectivo Living Hour ha optado por un camino propio. Provenientes de Winnipeg, Canadá, su sonido se aleja de la estridencia habitual. Prefieren texturas expansivas y un ritmo pausado, construyendo sus temas con guitarras entrelazadas, teclados casiotone y secciones de viento. Es una paleta sonora que prioriza la atmósfera sobre el impacto inmediato.
Su canción Best I Did It es un ejemplo claro de este método. Aunque se enmarca en el rock, su mérito principal reside en la estructura. Es una composición bien pensada, donde cada elemento tiene su propio espacio para respirar sin saturar la mezcla. Esta deliberación en el arreglo es lo que sostiene el interés de la pieza.
El elemento central que unifica la propuesta es la voz de Sam Sarty. Su interpretación es emotiva, con un carácter vulnerable y ahumado que se desmarca de los estándares habituales del género. Es esta cualidad vocal la que aporta una personalidad distintiva a Best I Did It, actuando como el ancla emocional de la instrumentación.
Living Hour no es un proyecto improvisado. Su sonido se ha afinado a través de extensas giras por Norteamérica y Europa, evolucionando desde grabaciones iniciales hasta su trabajo con productores como Kurt Feldman y Jarvis Taveniere. Es la trayectoria de un grupo que ha madurado su sonido en el camino y sabe exactamente cómo quiere presentarlo.
