Cuerdas, silencios y buen ritmo: eggcorn nos sorprende con “Hitler Was a Vegetarian”

En un mar de producciones donde el artificio suele dominar, eggcorn presenta “Hitler Was a Vegetarian”, una canción que se desmarca con una atmósfera serena y penetrante. Lo primero que llama la atención es la presencia de las cuerdas frotadas, que no solo adornan el tema, sino que lo sostienen, dándole un cuerpo orgánico y envolvente. Es una propuesta que se mueve dentro del indie pop, pero no teme acercarse a lo acústico con una sensibilidad particular.

La voz de eggcorn —proyecto encabezado por Lara Hoffman— se despliega con una expresividad que no exagera, pero que sabe comunicar. Su flexibilidad emocional permite que el ritmo pausado no se vuelva monótono, sino hipnótico. Hay en la interpretación una contención calculada, como si cada palabra estuviera pensada para mantener la intimidad de una idea sin diluir su potencia.



Desde su primer lanzamiento en 2020, eggcorn ha transitado un camino donde la música y la introspección van de la mano. En este nuevo álbum, Observer Effect, la artista parte de un concepto tan filosófico como concreto: la manera en que la observación transforma lo observado. Y en este sentido, cada canción parece diseñada como una mirada interna que, al hacerse pública, transforma también al oyente.

“Hitler Was a Vegetarian” no es una provocación gratuita, sino un título que parece señalar las contradicciones humanas y lo que elegimos ver o ignorar. Con un pasaje reflexivo, contenido en arreglos suaves y una producción que pone la honestidad por encima del adorno.


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