Folk

Conner Cherland: entre la vulnerabilidad y la belleza de lo cotidiano

Conner Cherland: entre la vulnerabilidad y la belleza de lo cotidiano

Con una voz que transmite calidez, honestidad y profundidad emocional, Conner Cherland llega como uno de los cantautores más sensibles de la escena indie folk actual. Desde Los Ángeles, este músico estadounidense se anclan en la verdad emocional, el detalle cotidiano y una visión poética del mundo.

Su primer álbum de larga duración, LAKE (2023), marcó un antes y un después en su carrera. Más allá de su delicada producción y su cuidada composición, el disco es una exploración sincera del duelo, la fe, el amor y la intimidad. Parte del mérito recae en la colaboración con The Blasting Company, conocidos por crear la música de la serie Over the Garden Wall, quienes no solo participaron en la producción, sino que también ofrecieron mentoría artística a Cherland en el proceso. El resultado es un trabajo que logra ser a la vez íntimo y expansivo, técnico y profundamente humano.



En 2024, lanzó el EP Two Years Time, una extensión emocional y conceptual de LAKE, acompañando cada canción con una figura tallada en madera, como símbolo de que cada tema tiene forma, peso y textura propia. Esta atención al detalle también se percibe en su sencillo más reciente, “Good News”, una canción que invita a vivir el presente, a encontrar luz incluso en medio del caos, y que se siente como un rayo de sol después de la lluvia. Su fusión de folk, pop alternativo y arreglos orgánicos nos recuerda a artistas como Sufjan Stevens, City and Colour o Ed Sheeran, a quienes él mismo cita como influencias.

Conner Cherland comenzó a escribir música mientras estudiaba en la Universidad de California, Santa Bárbara (UCSB), y tras abandonar una posible carrera en el mundo tecnológico, apostó todo por la música. Desde entonces ha autoeditado varios EPs —entre ellos Wanting Man (2016) y Call Waiting (2022)—, y ha logrado financiar parte de sus proyectos a través del apoyo directo de su comunidad de oyentes.


“Tribe”: La intimidad acústica que se transforma en estallido

“Tribe”: La intimidad acústica que se transforma en estallido

Desde Hitchin hasta los escenarios de Manchester, Danny Addison ha venido construyendo una identidad que se mueve entre lo folk y lo alternativo. Su formación dentro de una familia musical y su recorrido por festivales del Reino Unido han moldeado un estilo que apuesta por los arreglos cuidados, sin perder espontaneidad. En Tribe, su más reciente entrega, Addison opta por una instrumentación sencilla al inicio, guiada por una guitarra y una voz de tenor que no necesita imponerse para generar atención.

La canción no se apoya en recursos grandilocuentes desde el comienzo. Por el contrario, Tribe arranca en tono contenido, casi íntimo, como si apenas se susurrara una historia al oído. Pero esa calma inicial es solo el preludio de un desarrollo más amplio: a medida que avanza, se suma una explosión medida de instrumentos acústicos que enriquecen el clima sin perder su carácter orgánico.



Lo interesante está en cómo Addison articula esa progresión. No se trata de subir el volumen por subirlo, sino de construir una atmósfera que evoluciona naturalmente. Su voz, de registro tenor, se mantiene firme entre cuerdas, percusiones y texturas que no saturan. El resultado no es un himno de estadio ni una balada tradicional: es algo más personal, que se alimenta del pulso colectivo pero permanece en lo emocional.

Con Tribe, Danny Addison no pretende imponer una fórmula ni encajar en las etiquetas habituales del indie-folk. Más bien, entrega una canción que se transforma mientras respira, manteniendo una coherencia sonora que acompaña cada verso. En un panorama donde muchos buscan sobresalir por exceso, esta propuesta destaca por saber cuándo dejar que los sonidos hablen por sí mismos.


Henry Grace y la nueva propuesta “Say Something Mean”

Henry Grace y la nueva propuesta “Say Something Mean”

El trayecto de Henry Grace desde el Reino Unido hasta California no fue solo geográfico, también fue artístico. A los 21 años, empezó a tocar en bares de Los Ángeles y San Francisco, donde se empapó del folk americano y encontró una voz propia influenciada por artistas como Ray LaMontagne. De ese viaje interno y externo nació un sonido que hoy se sigue moldeando en Londres, ciudad que lo ha acogido con escenarios llenos y una audiencia que crece con cada presentación.

Say Something Mean, su nuevo sencillo, marca una evolución clara frente a su anterior disco “Alive in America”. Acompañado ahora por una banda completa, el tema se aleja de los arreglos austeros para explorar un folk rock más lleno, sin perder el tono íntimo que caracteriza su música. La canción se construye sobre una melodía suave y una voz agradable que no necesita imponerse para dejar huella. El estribillo “say something mean like it don’t mean a thing” sostiene el peso emocional del tema.



La producción, co-dirigida por Blaine Harrison de Mystery Jets, surgió después de un encuentro en un retiro de composición en Glastonbury. Fue allí donde se plantó la semilla de un nuevo disco, uno que Grace no apresuró, sino que fue puliendo en vivo con su banda. En ese proceso, Say Something Mean encontró su forma definitiva: un tema que respira en conjunto, con guitarras cálidas, percusiones suaves y una atmósfera melancólica que no cae en lo sentimental.

Con el respaldo de nombres como BBC Introducing y una próxima presentación en el escenario acústico de Glastonbury, Henry Grace demuestra que su camino no responde a modas ni urgencias. Say Something Mean es una muestra de cómo una canción puede sonar sencilla sin ser menor, y cómo el folk rock aún tiene espacio para voces nuevas que se toman su tiempo para decir algo, incluso cuando lo dicen con suavidad.


Alexander Grandjean: serenidad folk-pop para un mundo que necesita respirar

Alexander Grandjean: serenidad folk-pop para un mundo que necesita respirar

En medio del caos global, de la ansiedad digital y el vértigo existencial, hay artistas que deciden detenerse, mirar hacia adentro y componer desde la quietud. Uno de ellos es Alexander Grandjean, cantautor danés que, con una sensibilidad y una propuesta profundamente humana, se ha convertido en una de las voces más reconfortantes.

Con base en la tranquila ciudad costera de Gilleleje, lejos del ruido de la industria musical convencional, Grandjean ha construido un universo propio donde el folk-pop atmosférico se mezcla con texturas ambientales, armonías suaves y una lírica que invita al silencio interior. Tras años de escribir y producir para otros artistas, en 2020 decidió iniciar su camino como solista, apostando por una música más personal, íntima y espiritual. Desde entonces, ha lanzado cuatro álbumes y cosechado una comunidad de oyentes fieles, con más de 100 mil oyentes mensuales en plataformas digitales.



Su más reciente sencillo, “Done Worrying”, es una obra que resume a la perfección su esencia artística. La canción es un acto de rendición pacífica ante la sobrecarga emocional del mundo moderno: el cambio climático, la guerra, la presión social, la ansiedad ante el avance de la inteligencia artificial. Pero lejos de ser una canción triste o resignada, “Done Worrying” es una invitación a soltar, a respirar profundo y encontrar consuelo en la belleza simple de la naturaleza.

Con una producción orgánica y etérea —en colaboración con Markus Artved (Lukas Graham)—, la canción fluye como un suspiro. Guitarras suaves, sonidos ambientales que emulan olas del mar, una voz cálida y emocional, y arreglos vocales que rozan lo celestial. Todo en “Done Worrying” apunta a una sola dirección: la paz interior.

“Con esta canción me recuerdo a mí mismo que preocuparse no ayuda; solo nos arrastra hacia abajo. Prefiero vivir desde el amor y la presencia, no desde el miedo”, dice Grandjean. Esa filosofía, simple pero poderosa, es la base de Foam, su próximo álbum, que explorará los temas de la impermanencia, el renacimiento espiritual y la belleza que existe incluso en los momentos más fugaces.


Ícaro y el Rock Sureño: La Historia de Tristan Tritt en Clave Moderna

Ícaro y el Rock Sureño: La Historia de Tristan Tritt en Clave Moderna

Tristan Tritt es un narrador de la experiencia americana nacido en Georgia y orgulloso del sur de Estados Unidos, Tristan combina con maestría elementos de Southern rock, country, blues y alternativa, creando un sonido fresco que rinde homenaje a sus héroes musicales como The Black Crowes, Koe Wetzel, Colter Wall y Tom Petty, pero con una identidad propia y moderna.

Hijo del legendario cantante country ganador del Grammy, Travis Tritt, Tristan creció rodeado de música. Tomó su primera guitarra Fender Stratocaster a los 11 años y rápidamente se sumergió en la escena del grunge y rock alternativo, aprendiendo clásicos como “Wonderwall” de Oasis o “Seven Nation Army” de The White Stripes. Su formación no se detuvo ahí: estudió ingeniería de grabación en Arizona y forjó su estilo rodeado de creativos en California, perfeccionando su arte tanto en el estudio como sobre el escenario.



Su sencillo autobiográfico “Stop the Ride” revela la dura realidad de perseguir un sueño: el esfuerzo constante, la lucha interna entre duda y determinación, y un torbellino emocional que se traduce en un coro explosivo y digno de escenarios multitudinarios. Por otro lado, “Wannabe” es una carta de amor a sus orígenes y una audaz exploración sonora que incorpora referencias a la mitología griega, especialmente la historia de Ícaro, simbolizando la tensión entre ambición y límites personales. Con guitarras vibrantes y ritmos hipnóticos, esta canción captura una sensación atemporal de anhelo y libertad.

Tristan Tritt representa la voz de una nueva generación que abraza la tradición sin miedo a reinventarla. Su música es un viaje honesto y emocionante que invita a los oyentes a conectar con sus propias raíces, desafíos y sueños. Sin duda, un artista a seguir en la escena del rock y el country contemporáneos.


“Window”, el hipnótico debut colaborativo de Navah Sea y Devan

“Window”, el hipnótico debut colaborativo de Navah Sea y Devan

El productor, compositor y artista visual británico Phil Simmonds, conocido por su nuevo proyecto musical Navah Sea, se une a la talentosa cantante y compositora canadiense Devan para presentar “window”, una canción que marca el inicio de su colaboración creativa. Nacida en Los Ángeles a comienzos de 2024 durante su primera sesión juntos, la canción forma parte de su EP conjunto titulado Park Music, un trabajo íntimo y evocador pensado para acompañar momentos de calma y reflexión.



Inspirado por artistas como Violet Skies y Bon Iver, Navah Sea construye paisajes sonoros que combinan la calidez de lo orgánico con la experimentación electrónica. En “window”, esta mezcla se traduce en una atmósfera etérea, donde instrumentos acústicos son transformados mediante técnicas de resampling para lograr una textura sonora rica, viva y profundamente conectada con la naturaleza.

La voz de Devan brilla como el hilo conductor emocional de la canción. Su interpretación, a la vez delicada y poderosa, guía al oyente a través de una narrativa introspectiva y melancólica. “window” no solo destaca por su producción detallista y su sensibilidad lírica, sino también por la sinergia entre ambos artistas, que logran fusionar sus mundos sonoros en una propuesta fresca, honesta y sofisticada.

Park Music se perfila así como una obra diseñada para acompañar pensamientos errantes, paseos bajo el cielo abierto y momentos de contemplación. “window” es solo el primer vistazo a este universo compartido, pero ya deja claro que lo que viene promete ser tan emotivo como fascinante.


“Emilie” y el Arte de Celebrar la Tristeza: La Nueva Etapa de Charles Costa

“Emilie” y el Arte de Celebrar la Tristeza: La Nueva Etapa de Charles Costa

Charles Costa, artista británico conocido anteriormente como King Charles, ha emergido con su último álbum homónimo, lanzado a principios de 2025. Costa ha vivido una profunda transformación personal que se refleja intensamente en su obra más reciente, donde combina la introspección emocional con una sensibilidad única para contar historias.

Su nuevo sencillo, “Emilie”, es una muestra clara de esta evolución. La canción es una reflexión luminosa pero cargada de emoción sobre el amor, la pérdida y la presión que la sociedad ejerce sobre las personas, empujándolas a convertirse en versiones menos auténticas de sí mismas. Con un sonido indie-pop que combina texturas etéreas y melodías soñadoras, “Emilie” invita a una escucha profunda, revelando un subtexto de resistencia y vulnerabilidad.



Costa describe la canción como “un resultado de las presiones y expectativas sociales que aprietan a alguien hasta convertirlo en una versión disminuida de sí mismo”. Aunque la melodía puede parecer melancólica y etérea, la verdadera esencia de “Emilie” radica en “escupir el dolor y celebrar la tristeza”, una forma poética de transformar el sufrimiento en libertad emocional.

El álbum fue grabado en seis semanas en un antiguo centro artístico ubicado en una base aérea estadounidense en Suffolk, contando con la colaboración de músicos como Jesse Quin y Tom Hobden. El resultado es un tejido sonoro que navega entre el electro-pop de los 80, el folk pastoral y atmósferas íntimas, evocando a artistas como Bon Iver y RY X.


Entre ritmos suaves y voz profunda: el sonido de “Beat The Odds”

Entre ritmos suaves y voz profunda: el sonido de “Beat The Odds”

Desde Austin, Adi Rao lanza “Beat The Odds”, una pieza que se mueve con paso medido, sin apuro, apostando por una construcción dedicada que entrelaza elementos de folk y rock suave con la precisión de quien domina su voz como un instrumento más. La canción se desliza con un ritmo lento, casi introspectivo, y encuentra su fuerza en los detalles que componen una atmósfera cuidada sin necesidad de artificios.

Lo que distingue a Rao no es sólo su formación clásica ni su reconocimiento internacional —como su reciente nominación al IIFA o la consideración al Grammy—, sino su capacidad para atravesar géneros sin perder dirección. En “Beat The Odds”, su timbre vocal añade un peso emocional importante: no busca deslumbrar por potencia, sino por intención. Cada frase parece colocada con la conciencia de quien canta desde la experiencia, no desde el artificio.



La canción no pretende ser un himno ni se siente diseñada para el impacto inmediato. En cambio, se presenta como una confesión que se va desplegando con calma, apoyada en una instrumentación cálida que mezcla lo acústico con leves destellos contemporáneos. Es en ese punto medio, entre lo clásico y lo moderno, donde Rao encuentra su espacio más honesto, más propio.

Adi Rao, en “Beat The Odds”, demuestra que lo sentimental no necesita grandilocuencia. El tema propone una escucha atenta, no por complejidad, sino por la forma en que cada elemento —voz, guitarra, textura— suma a una experiencia envolvente.


Un viaje emocional: Fragmented Night, el nuevo capítulo de Richard Tyler Epperson

Un viaje emocional: Fragmented Night, el nuevo capítulo de Richard Tyler Epperson

Con más de una década de carrera como cantante y compositor, Richard Tyler Epperson desde sus primeros trabajos como Falling Between The Stars (2013) y Hourglass (2014), hasta álbumes más recientes como Another Day (2021) y A Wandering Mind (2023), Epperson ha demostrado un crecimiento constante, manteniéndose fiel a su estilo. Sus canciones, abiertas y sin filtros, revelan una honestidad donde cada palabra y melodía transmite su verdad personal.

En 2025, Richard presenta su nuevo álbum Fragmented Night, una obra que recoge diez canciones cargadas de emociones y de su característico sonido colorido y envolvente. Este proyecto representa su trabajo más profesional y pulido hasta la fecha, fruto de la colaboración con un equipo talentoso que aportó ideas y visión para enriquecer su música.



Fragmented Night es un álbum ecléctico pero cohesivo, que va desde composiciones acústicas íntimas hasta temas eléctricos con invitados especiales. La calidez humana y la integridad artística de Epperson brillan en cada pista, reafirmando su lugar entre los compositores más destacados de su generación.

Además, el lanzamiento del álbum viene acompañado por el sencillo “Let’s Drive”, un himno folk rock que invita a dejar atrás el pasado y abrirse a nuevas aventuras con energía y optimismo. Con un ritmo contagioso y melodías pegajosas, esta canción celebra la libertad y la búsqueda de conexión.


Trouser Dress: Vulnerabilidad queer con voz de ukelele y alma eterna

Trouser Dress: Vulnerabilidad queer con voz de ukelele y alma eterna

Desde East Yorkshire, Reino Unido llega Trouser Dress, el alias artístico de Carden Mucklin, une sensibilidad poética, identidad queer y una honestidad emocional desarmante en cada una de sus canciones. Con un enfoque profundamente personal, su proyecto se ha convertido en un refugio sonoro para quienes transitan emociones intensas, identidades en construcción y procesos de salud mental.

Trouser Dress se identifica como una persona genderqueer y trans, y ha hecho de su arte un espejo de sus vivencias, componiendo canciones desde pensamientos aleatorios hasta momentos clave de su vida. En sus letras encontramos una apertura valiente sobre temas como la ansiedad, la pertenencia, y la carga emocional de los comentarios ajenos. Este enfoque crudo pero cálido convierte su música en un acto de catarsis tanto para el artista como para su audiencia.

Entre sus mayores influencias musicales están Cavetown, Lontalius y Dodie—todos artistas conocidos por sus arreglos suaves, letras íntimas y una estética sonora que abraza lo frágil. La conexión con Cavetown va más allá del sonido: al ser también un hombre trans, su trayectoria ha inspirado a Carden a ver que es posible construir una carrera siendo fiel a uno mismo.



El más reciente lanzamiento de Trouser Dress, “Old Soul”, disponible desde el 12 de mayo bajo el sello Warren Records, encapsula todo lo que define al artista: ternura, introspección y un gran poder emocional. Compuesta por Mucklin y producida por Adam Pattrick, la canción se construye sobre una base de indie folk minimalista, con el característico ukelele del artista, cuerdas etéreas y percusión sutil.

“Old Soul” se inspira en comentarios que otras personas han hecho sobre o hacia el artista —frases que a menudo despiertan emociones tan complejas que resulta difícil procesarlas. Según Trouser Dress, esta fue la primera vez que escribió una canción sin tener una idea clara del resultado final. Lo que comenzó como una pequeña reflexión lírica terminó transformándose en una espiral de pensamientos convertidos en música.

En la escena local, ha actuado en espacios como Polar Bear Music Club y The Adelphi Theatre, además de festivales como Freedom Fest y Trinity Festival Rebooted. Su propuesta en vivo mantiene el tono cálido y empático de sus grabaciones, creando una atmósfera de conexión real entre artista y público.