Nuevo Rock

Pop que brilla y duele: Cherry Makes Waves redefine lo cinematográfico

Pop que brilla y duele: Cherry Makes Waves redefine lo cinematográfico

Cherry Makes Waves es una productora, cantante y creadora visual nacida en Letonia y actualmente activa en distintos países de Europa, Cherry se ha convertido en una figura que destaca por su enfoque, en su música conviven el indie pop dreamy, el synthpop cinematográfico, el rock y el trip-hop con matices tribales, todo fusionado bajo una sensibilidad artística que prioriza el riesgo y la autenticidad.

La obra de Cherry Makes Waves se distingue por su habilidad para crear atmósferas envolventes, en las que cada canción funciona como un capítulo dentro de un universo propio. Esa cualidad cinematográfica no es casualidad: además de componer y producir, Cherry dirige y edita sus propios videoclips, construyendo un lenguaje visual que complementa y amplifica su propuesta musical. Su identidad artística está marcada por la experimentación, el juego con el tempo, la búsqueda de texturas sonoras poco convencionales y una voz capaz de moverse entre la vulnerabilidad etérea y la potencia expresiva.



Con Home By Eleven, Cherry Makes Waves entrega su proyecto más ambicioso hasta la fecha: un álbum que captura la energía inquieta de crecer, de buscar respuestas, de perseguir sueños con la misma intensidad con la que uno intenta llegar “a casa antes de las once”. Desde Ámsterdam, la artista letona—productora, vocalista y creadora audiovisual—construye un trabajo en el que el dance pop se transforma en una narrativa sobre el tiempo, la identidad y la velocidad emocional de la juventud.

A lo largo de once canciones, el disco despliega un universo sonoro vibrante: bajos que avanzan como pulsos eléctricos, sintetizadores que brillan como luces nocturnas y beats que sostienen una sensación de movimiento constante. Sin embargo, lo que distingue a Home By Eleven no es solo su capacidad para hacer bailar, sino la forma en que cada pista contiene un relato. Cherry hace del pop un vehículo para la memoria, para el vértigo de crecer y para ese instante en el que uno se reconoce a sí mismo en medio del caos.


El Track x Track de Home By Eleven

1. Yeah

“Yeah” abre el álbum con una explosión de energía y drums, funcionando como un manifiesto sonoro con sintetizadores que brillan como luces de neón y percusiones que marcan el ritmo de una noche que apenas comienza, convirtiendo el “Yeah” del título en un grito que empuja al oyente a adentrarnos en su propuesta.


2. One Level Higher

“One Level Higher” es un himno pop-electrónico. Aquí, Cherry construye una atmósfera futurista donde cada beat simboliza un paso hacia una mejor versión personal. La canción es un viaje de auto–elevación, donde se dejan atrás hábitos, personas o creencias que impiden crecer, y se abraza la idea de “subir un nivel”, tanto en lo emocional como en lo espiritual. Su voz navega entre capas de sintetizadores y arreglos que evocan misterio, como si la canción fuera el soundtrack para avanzar en cámara lenta hacia un destino inevitable.


3. Regulate Your Mess

En “Regulate Your Mess”, Cherry mezcla humor ácido, lucidez emocional y un sonido vibrante. Es un tema que combina actitud con un toque juguetón, mientras la artista canta desde una posición de claridad: ella no tiene intención de cargar con dramas ajenos. El track vibra con texturas electrónicas que se agitan y se reorganizan, imitando precisamente el proceso de “regular” lo que está fuera de control.


4. Home by Eleven

“Home by Eleven” es una pieza melancólica disfrazada de una balada electrónica luminosa. Entre sintetizadores ochenteros, la canción retrata esa sensación de regresar antes de tiempo, ya sea literal o emocionalmente: volver cuando la noche aún promete cosas, o retirarse cuando una relación ya no vibra igual. Cherry construye una narrativa donde la soledad no es un destino triste, sino un espacio íntimo de reflexión. Con atmósferas suaves, pads etéreos y una interpretación vocal energeticamente vulnerable, la canción captura el instante en el que decides proteger tu energía, incluso si eso significa irte antes de que alguien note tu ausencia.


5. Bisket Full

“Bisket Full” es pura picardía y sensualidad electrónica. Con un beat vibrante y melodías brillantes, Cherry convierte la metáfora del “bisket full” en un retrato juguetón del deseo: un hombre tan irresistible que es literalmente un canasto lleno de galletas. El tema gira alrededor de decisiones impulsivas, riesgos apasionados y ese estado mental electrificado que aparece cuando el deseo manda sobre la razón. La producción visual refuerza su intención ligera y divertida, y la vocal de Cherry se luce con dinamismo y actitud, capturando la esencia de una atracción que es imposible ocultar o racionalizar.


6. Dancing Like I Know Ya

“Dancing Like I Know Ya” se siente como ese momento en el que te cruzas con alguien por primera vez, pero tu cuerpo actúa como si lo conociera desde siempre. La instrumentación rítmica y luminosa refleja la sincronía entre dos energías que se encuentran sin necesidad de palabras. Es un tema seductor, festivo y un poco nostálgico, que evoca la magia inexplicable de una noche que fluye con naturalidad y que solo puede capturarse bailando.


7. Kids Chasing Clocks

En “Kids Chasing Clocks” nos adentra a una pieza llena de arpegiadores y un groove futurista, es una reflexión profunda envuelta en texturas dream-pop: una mirada a la juventud intentando alcanzar el tiempo, querer crecer demasiado rápido o luchar contra el miedo a quedarse atrás. La canción mezcla sensibilidad y una vibra que amplifica el sentimiento de correr sin saber exactamente hacia qué. Cherry canta con una ternura melancólica, recordando que todos hemos sido niños persiguiendo relojes, intentando atrapar momentos que inevitablemente se escapan. Es uno de los temas más emotivos del álbum, con una belleza tranquila y una producción que se siente como un sueño suspendido.


8. Bloody Mary

“Bloody Mary” es un estallido dramático y oscuro dentro del álbum, mezclando elementos de electropop con una narrativa que roza lo mitológico. Cherry juega con la figura del Bloody Mary como metáfora de enfrentar miedos internos o versiones pasadas de uno mismo que resurgen cuando menos lo esperas. La canción combina tensión, misterio y una sensualidad peligrosa, como entrar en una habitación roja iluminada por neón. Voces procesadas, pulsos rítmicos-electronicos y arreglos hacen de este tema una experiencia casi ritualista.


9. Sad on Internet

Con una mirada aguda a la cultura digital, “Sad on Internet” captura la contradicción emocional de sentirse triste en un espacio donde todo parece diseñado para la alegría superficial. Cherry explora la vulnerabilidad online, los filtros emocionales y la necesidad de mostrarse bien aunque por dentro todo esté desordenado. Su voz combina brillo pop con texturas más oscuras que simbolizan lo que se esconde detrás de la pantalla. Es un himno de sinceridad contemporánea, donde la artista retrata la fragilidad de la era hiperconectada.


10. Sea

“Sea” es una inmersión sonora en emociones profundas. Como su nombre lo sugiere, la canción fluye con ondulaciones melódicas y capas sonoras que se expanden como mareas, creando un ambiente introspectivo y conmovedor. Cherry utiliza el mar como metáfora de libertad, inmensidad y también de vulnerabilidad: un lugar donde podemos perdernos, limpiarnos o renacer. Su interpretación vocal es suave, casi acuática, como si flotara entre las olas. Es un track contemplativo, ideal para quienes buscan un momento de pausa emocional.


11. High & Dry

Cerrando el álbum, “High & Dry” ofrece una mezcla de desolación emocional y resiliencia. La canción describe el sentimiento de ser abandonado, el proceso íntimo de reconstruirse después de una decepción. Aunque está cargada de melancolía, la producción mantiene una claridad futurista, como si Cherry cantara mirando hacia un horizonte donde todavía hay esperanza. Su voz suena frágil y firme a la vez, transmitiendo la dualidad de aceptar el dolor y transformarlo en fuerza.


En conjunto, Home by Eleven se presenta como un álbum debut que no revela el universo creativo de Cherry, cada pista funciona como una ventana distinta a su sensibilidad artística: luminosa, inquieta, oscura, introspectiva y profundamente humana. A través de ritmos vibrantes, atmósferas futuristas y una narrativa que va de la euforia a la vulnerabilidad, Cherry logra capturar el vértigo de crecer sin dejar atrás la curiosidad infantil que impulsa a seguir soñando. El resultado es un trabajo cohesivo y cargado de personalidad.



Alexander Wolfe: El artesano silencioso que convierte heridas en canciones

Alexander Wolfe: El artesano silencioso que convierte heridas en canciones

El cantautor británico Alexander Wolfe se ha consolidado como una figura sensible y honesta del panorama musical contemporáneo. Con una trayectoria marcada por la introspección, la poesía cruda y una habilidad excepcional para convertir experiencias difíciles en canciones profundamente humanas, Wolfe se ha ganado un lugar de culto entre quienes buscan música que no solo suene bien, sino que resuene.

Tras el aclamado Little Death (2019) —un disco celebrado por BBC 6 Music, CLASH, The Line of Best Fit y otros referentes de la crítica— el artista prepara su esperado nuevo álbum, Everythinglessness, previsto para enero de 2026. Este proyecto nace de un periodo de confrontación personal y sanación, incluido un paso por un centro de rehabilitación de salud mental en 2023. Lejos de ocultarlo, Wolfe lo sitúa al frente de su obra, con la convicción de que la vulnerabilidad es una fuerza transformadora.



Su reciente single, “To Feel Love”, revela el corazón emocional del nuevo disco. La canción aborda el escapismo, el alcohol como refugio momentáneo y el deseo casi desesperado de encontrar algo amor, emoción, sentido que haga la vida más llevadera. Con una producción que crece desde la calma hacia un estallido cinematográfico, Wolfe logra ese equilibrio mágico entre lo íntimo y lo épico que caracteriza su estilo. Su voz, atmosférica y confesional, guía la narrativa como si hablara desde un punto intermedio entre la herida y la esperanza.

En un momento en el que las conversaciones sobre salud mental y masculinidad están evolucionando, Wolfe aporta una mirada urgente. “Necesitamos más ejemplos de hombres fuertes que también sean suaves”, afirma, cuestionando los modelos rígidos que han definido la identidad masculina durante generaciones. Estas ideas se reflejan en el viaje narrativo del álbum: desde la dureza impuesta de The Toughening hasta la catarsis emocional de The Softening, que cierra el disco como un acto de reconciliación.

Musicalmente, Alexander Wolfe mantiene su sello: arreglos acústicos, capas vocales que rozan lo espiritual y una producción que envuelve al oyente sin saturarlo. Su obra recuerda por momentos a Guy Garvey o Nick Cave, pero siempre con una huella propia, marcada por un relato íntimo y un humanismo radical.

A través de sus canciones, Wolfe ofrece algo más que melodías: ofrece compañía. Sus historias hablan del duelo, la ansiedad, el amor y las pequeñas resurrecciones que nos permiten seguir adelante. Con Everythinglessness, no solo continúa una carrera sólida; también abre espacio para una conversación más honesta sobre lo que significa sobrevivir en un mundo que a menudo exige silencio.


ST. IVES y la Textura de “Tried You On”

ST. IVES y la Textura de “Tried You On”

El proyecto ST. IVES nace de una colaboración entre la vocalista Anna O’Neil y el productor Arik Blum. Su unión no es casual; surge en un momento de agitación personal y de una afinidad compartida por los sonidos graves del Reino Unido de mediados de los 90. Este contexto de encrucijada es clave para entender su música, que busca ser un espacio para la catarsis y la experimentación sonora.

Su canción Tried You On es una muestra de esta búsqueda. La pieza trabaja una mezcla intrigante de rock alternativo y pop, creando una atmósfera que se percibe oscura. Lejos de buscar el gancho fácil, la propuesta se basa en una experimentación que resulta disfrutable, atrayendo al oyente a su sonido particular sin concesiones evidentes.



La textura de ST. IVES se apoya en la experiencia individual de sus miembros. La voz distintiva de O’Neil ya es conocida en la escena australiana gracias a su trabajo en solitario. Por su parte, Blum aporta un historial de producción diverso, habiendo trabajado con artistas que van desde el grunge hasta el R&B, lo que explica la amplitud de su paleta sónica.

Este proyecto, que se ha gestado discretamente en el estudio, parece ser el resultado directo de esa necesidad de experimentación. Tried You On no es solo una canción, sino la materialización de esa catarsis. Es una propuesta que utiliza la oscuridad y la intriga del alt-pop como vehículo para una expresión que evita lo predecible.


La Herencia Sureña de “Sailboat in the Sky”

La Herencia Sureña de “Sailboat in the Sky”

El trío Nathan Bryce and Loaded Dice no es un producto improvisado; es el resultado de una formación cimentada en el rock clásico, el blues y el sonido sureño. Originarios de Missouri, este grupo ha pasado los últimos tres años en la carretera, un fogueo intensivo como banda de apoyo para el guitarrista Taj Farrant. Ahora, reclaman el escenario principal con una propuesta que fusiona la nostalgia con una energía palpable.

Su canción Sailboat in the Sky presenta la faceta más relajada del grupo. La pieza se aleja de la estridencia para ofrecer un ritmo tranquilo, donde la personalidad de la banda brilla con luz propia. Es una atmósfera amena, que combina el soul sureño con una distintiva textura de blues-rock que se siente a la vez clásica y moderna.



El carácter de la canción se construye sobre dos pilares: la guitarra eléctrica y la voz. Nathan Bryce utiliza su instrumento para tejer un ambiente que evoca una vibra costera, casi cinematográfica, con una arenilla swampy muy particular. La voz complementa esta base, aportando la calidez necesaria para redondear la pieza y capturar la atención del oyente.

Si bien la crítica ha aplaudido su capacidad para el rock de alta energía, Sailboat in the Sky demuestra el rango de Nathan Bryce and Loaded Dice. Es una muestra de su habilidad para controlar la dinámica y entregar una pieza que se sostiene en la calidad de su ejecución, probando que su legado de rock y soul está en buenas manos.


Sincerity (You Fooled Me Twice): La catarsis sonora de la traición en el hard rock

Sincerity (You Fooled Me Twice): La catarsis sonora de la traición en el hard rock

La colaboración entre Judge & Jury, Butcher Babies, Ben Jewell, Cage Fight y Erikshredz da como resultado Sincerity (You Fooled Me Twice), un himno de hard rock y electronicore que explora la traición, el dolor y la resiliencia a través de un torrente de emociones y energía sonora. Desde los primeros segundos, la canción atrapa al oyente con riffs contundentes y percusiones intensas, mientras que las múltiples voces alternan entre melodías apasionadas y guturales desgarradoras, reflejando la frustración y el enojo ante la desilusión.



El tema nació de un proyecto participativo de Butcher Babies llamado “fan-verse”, donde los seguidores podían añadir su propio aporte a la canción. La versión definitiva, Sincerity (You Fooled Me Twice), se destaca por su dinamismo y diversidad vocal, haciendo que cada cambio de intensidad y cada grito sean parte de un relato emotivo sobre la traición. La letra enfrenta la realidad de quienes parecen sinceros y confiables, pero ocultan intenciones manipuladoras, mientras la música convierte ese conflicto en una experiencia catártica y envolvente.

Con una producción que potencia la crudeza y la claridad de cada instrumento y voz, la canción no solo entretiene, sino que también actúa como un desahogo emocional para el oyente, transformando la ira y la decepción en energía pura. Sincerity (You Fooled Me Twice) es, sin duda, un recordatorio de que el metalcore y el hard rock pueden ser vehículos perfectos para explorar emociones profundas, y demuestra la fuerza de la colaboración entre artistas para crear un impacto sonoro memorable.


Ecos íntimos y energía grandiosa: el pulso contemporáneo del indie con BAD FLAMINGO

Ecos íntimos y energía grandiosa: el pulso contemporáneo del indie con BAD FLAMINGO

Bajo el velo de su ya enigmática identidad, BAD FLAMINGO vuelve a aparecer en nuestro Blog con “The Fruit”, una canción que confirma su particular manera de abordar el sonido. El dúo —que siempre se ha movido entre el misterio y la ironía— entrega una pieza tranquila pero con un ritmo que resulta adictivo, como un pulso que nunca se interrumpe. Su estilo mantiene ese equilibrio entre la suavidad del folk y la actitud relajada del rock más ligero.

“The Fruit” no busca impresionar con presunciones; su fuerza radica en la sutileza. Las voces, bien medidas y llenas de intención, se entrelazan con una base rítmica que fluye con naturalidad. La interpretación vocal demuestra control y una clara conciencia del espacio sonoro, lo que permite que cada palabra respire y tenga peso. Todo ocurre con una aparente sencillez que termina siendo su mejor arma.



El universo de BAD FLAMINGO se mantiene fiel a sí mismo: sombrero ancho, guitarras polvorientas y un tono que sugiere más de lo que muestra. Su música siempre parece provenir de un lugar lejano, donde el sol cae lento sobre el desierto y el silencio pesa tanto como las notas. “The Fruit” encaja perfectamente en esa estética: minimalista, contenida y misteriosa.

A lo largo de los años, este dúo ha construido una identidad basada en la coherencia y el anonimato, pero también en la autenticidad. Su regreso con “The Fruit” no es un giro radical, sino una reafirmación de su fórmula: mantener el alma indie intacta y el sonido libre de etiquetas. Una canción que, sin levantar la voz, deja claro que BAD FLAMINGO sigue marcando su propio ritmo.


GoldCry: la voz etérea del alt-pop que cautiva con “Counterfeit”

GoldCry: la voz etérea del alt-pop que cautiva con “Counterfeit”

La artista estadounidense GoldCry continúa presentadose como una de las voces más hipnóticas del alt-pop contemporáneo con su nuevo sencillo “Counterfeit”, lanzado a través de Blushspell Records. La canción, que combina elementos de shoegaze y pop alternativo, se adentra en los territorios de la vulnerabilidad emocional y la introspección, ofreciendo un sonido atmosférico que envuelve al oyente desde los primeros acordes.

“Counterfeit” aborda la experiencia de una relación tóxica, marcada por promesas vacías y verdades ocultas. La narrativa de la canción refleja cómo el encanto de ciertas personas puede ser solo una máscara, mientras el daño emocional deja cicatrices profundas. GoldCry transmite esta compleja historia a través de sus vocales etéreos y delicados, que flotan sobre punteos de guitarra acústica y texturas ambientales cuidadosamente diseñadas, creando una atmósfera a la vez cálida y ligeramente inquietante.



El tema se posiciona en ese espacio liminal entre la introspección y la contemplación, evocando la melancolía moderna y la sensación de estar suspendido en un momento de reflexión. Los sonidos etéreos y la producción cinematográfica convierten a “Counterfeit” en un refugio auditivo donde se mezclan el dolor, la belleza y la autenticidad emocional.

Con este lanzamiento, GoldCry transforma la vulnerabilidad en un poder cautivador que resuena mucho después de que termina la canción.


“Big Sleep” y su rock ligero en Crude

“Big Sleep” y su rock ligero en Crude

La escena de Dublín ha visto crecer a Big Sleep, un cuarteto de indie alternativo que construyó su base de seguidores de la forma más tradicional: sobre el escenario. Su reputación se forjó en locales repletos, gracias a presentaciones en vivo descritas como explosivas. El proyecto nació cuando su vocalista, Rónán Connolly, reunió a viejos y nuevos compañeros para un concurso de bandas.

Ahora presentan Crude, una pieza que explora un tempo diferente al de su habitual directo. La canción se desarrolla sobre un ritmo lento, firmemente anclado en el indie rock pero con espacio para tintes experimentales. El peso de la composición recae en una voz expresiva y cambiante, que aporta una textura particular a la atmósfera del tema.



Este enfoque contrasta con la reputación que ganaron en el circuito de Dublín, llenando salas como Whelan’s. Su sonido en vivo, definido como rítmico y conmovedor, les permitió abrir para actos notables. Justo antes de la pandemia, la banda mantenía un calendario de giras implacable que estaba a punto de expandirse internacionalmente.

La pausa forzada de las presentaciones llevó a Big Sleep a reenfocar su energía. El tiempo que habrían pasado en giras por Irlanda e Italia, visitando los países de origen de sus miembros, se invirtió en la composición. Crude es el resultado de este período de introspección forzada, grabado en los aclamados Darklands Studios de su ciudad.


Entre shoegaze y britpop: Celebrator, el nuevo latido de Dear Boy

Entre shoegaze y britpop: Celebrator, el nuevo latido de Dear Boy

La banda de indie rock de Los Ángeles, Dear Boy, regresa con su esperado segundo álbum, Celebrator, a diferencia de su debut, este álbum fue concebido de manera completamente espontánea: escrito en tan solo doce sesiones y grabado en vivo en apenas dos semanas, capturando la química cruda y auténtica del cuarteto.

El sonido de Celebrator mezcla shoegaze, britpop y la calidez característica de LA, creando un viaje sonoro que combina nostalgia y frescura. El sencillo destacado, Now More Than Ever, se escribió minutos antes de entrar a grabar y refleja la capacidad de la banda para transformar la urgencia emocional en melodías cautivadoras. Guitarras envolventes, ritmos dinámicos y la voz de Ben Grey que oscila entre la intimidad y la potencia hacen de esta canción un himno sobre el tiempo, la conexión humana y la libertad de vivir el presente.



Trabajando junto al productor Aron Kobayashi Ritch (Momma, Been Stellar, Snail Mail), Dear Boy adoptó un enfoque de grabación en vivo que prioriza la honestidad y la espontaneidad. “Al grabar en vivo, sabíamos al instante si las canciones funcionaban. Los monitores no mienten”, comenta la banda. Esta filosofía impregna todo el álbum, donde cada canción vibra con energía genuina y una sensación de inmediatez pocas veces alcanzada en estudios convencionales.

Con influencias que van desde Pulp, The Cure y Oasis hasta Pixies y R.E.M., Dear Boy logra un sonido que homenajea el indie y el rock alternativo de los 80 y 90, pero con una perspectiva fresca y contemporánea. Celebrator no solo es un testimonio del talento de la banda, sino también una celebración de la amistad, la música en vivo y la creatividad sin restricciones.

El álbum ya está disponible en todas las plataformas de streaming, listo para que los oyentes se sumerjan en la ensoñación sonora y la autenticidad que Dear Boy ofrece con cada acorde.


Dream pop, perros y confesiones: el mapa sentimental de I Love You, Trackstar

Dream pop, perros y confesiones: el mapa sentimental de I Love You, Trackstar

Stinkus emerge como una bocanada de aire fresco para el productor y compositor Tyler Thompson, el nombre Stinkus surgió de una broma personal, un apodo que evolucionó de “Tink” a “Tinkus” hasta convertirse en el alias con el que Tyler decidió firmar su obra más auténtica. “Quería algo que no sonara serio, algo que me recordara que esto debía ser divertido”, comenta.

Tras años en el mundo del pop y la producción comercial, Thompson atravesó una ruptura que lo empujó a reinventarse. Así nació 23, su álbum debut, un trabajo visceral y profundamente introspectivo que explora la pérdida, la ansiedad y la libertad emocional con una mezcla de grunge, dream pop y lo-fi.

Grabado en solitario, el disco se siente como un diario abierto, lleno de texturas imperfectas y momentos de pura vulnerabilidad. La prensa lo describió como “una obra cálida, liberadora y sorprendentemente relevante”, destacando su capacidad para convertir el caos interno en algo luminoso.



Para su siguiente etapa, Stinkus decidió aislarse en una cabaña en el norte de Michigan, donde durante dos semanas grabó su nuevo material, incluyendo los sencillos “Holy Virgin” y “Plastic Blue.” En ese entorno silencioso, entre frío, árboles y equipos análogos, encontró el espacio perfecto para seguir experimentando con sonidos y estados de ánimo.

Influenciado por artistas como Alex G, Pinegrove y MJ Lenderman, Stinkus crea un universo sonoro donde las guitarras desafinadas, los coros saturados y los arreglos inesperados conviven con una sensibilidad melódica casi pop. El resultado es una música que suena íntima pero expansiva, imperfecta pero llena de verdad.

“Soy bipolar y tengo TOC, así que mi gusto cambia constantemente”, dice Tyler. “Pero grabar todo en el mismo lugar hace que, aunque las canciones sean distintas, se sientan conectadas. Son distintos estados de ánimo, pero el mismo yo.”


El Track x Track de “I love you, trackstar”

1. “Plastic Blue”

Este arranque abre el álbum con energía ansiosa y una mezcla ecléctica que combina bedroom-pop, indie electrónico y una vibra casi caótica de grunge suave. Desde la primera línea “painting my nails the colour of recycling bin” se percibe la ironía y el detalle cotidiano elevado a metáfora. La producción, realizada en la cabaña de Michigan, aprovecha el entorno aislado para dar una textura cruda pero pulida al mismo tiempo: guitarras que crujen, sintetizadores que emergen como ráfagas, coros que se elevan a un clímax casi frenético. En el álbum sirve como declaración de intenciones: Stinkus no teme mezclar lo íntimo con lo épico, a la vez que nos sorprende por la evolución del sonido del proyecto respecto a su anterior disco.


2. “Falling in Love” ft. Ocean LeClair

La colaboración con Ocean LeClair introduce una dinámica distinta: aquí hay apertura, vulnerabilidad y melodía más clara. La voz invitada aporta un contrapunto al tono algo nervioso de Stinkus, permitiendo que la canción respire y se extienda en direcciones soñadoras. La letra explora el tropiezo de enamorarse mientras uno se debate con sus propias dudas y patrones: ese momento de desprenderse de defensas, dejar que alguien entre, pero sin perder el pulso de uno mismo. Sonoramente, se equilibra entre sintetizadores suaves y guitarras ligeras, apuntaladas por un ritmo que avanza con determinación sin renunciar a momentos de pausa reflexiva. En el contexto del disco aparece como el primer gran “respiro” emocional tras la euforia de “Plastic Blue”.


3. “Only When It Comes to You, I Guess”

Con un título que suena casi confesional, esta pista profundiza en el territorio de la auto-observación: ¿Cuándo realmente entregas tu corazón? ¿Solo cuando la circunstancia lo exige? al final sugiere duda, vacilación. La música acompaña ese estado con acordes que se deslizan lentos, una atmósfera ligeramente etérea, y un tempo algo más moderado que las canciones anteriores completamente sumergido en el Bedroom Pop. Las guitarras pueden sonar un tanto distantes, los planos vocales cercanos, generando intimidad. En el álbum funciona como el puente entre la emoción externa y la introspección, un momento para mirar hacia dentro, ponderar lo que se siente y lo que se dice.


4. “Casino”

“Casino” con una base rítmica más marcada, un pulso que poco a poco va explotando, los sonidos de los platillos y elementos acusticos marcas esta sensación organica que nos encanta. En esta canción Stinkus parece hablar de relaciones, expectativas y pérdidas. La producción mantiene esa estética cruda-refinada: un poco de distorsión, un poco de clara melodía pop, y un ambiente que sugiere salir al filo.


5. “Curiously Intent, (Underdog)”

Este título sugiere curiosidad y propósito, mezcla rara que implica observar y actuar al mismo tiempo. La pista se sumerge en ese deseo de entender al otro o entenderse a uno mismo, sonoramente Stinkus nos sumerge en capas de guitarras acusticas y un ambiente ligeramente reverberado, quizás momentos instrumentales que se extienden. En el marco del álbum, “Curiously Intent” puede servir como el momento de transición medio, donde la energía alta baja un poco para dar paso a una exploración más intensa, preparando el terreno para las canciones que siguen.


6. “I Love You Trackstar”

El tema que le da nombre al álbum representa probablemente el núcleo conceptual de la obra. Un “trackstar” podría referirse a alguien que navega por pistas (musicales, emocionales), que corre, que brilla, quizá alguien que arriesga. “I Love You Trackstar” suena como declaración, como reconocimiento a ese tipo de persona o a ese impulso interno. La canción juega con nuevos elementos, como los son sintetizadores super brillantes, voces procesadas con capas de filtros y una sensación pop que nos encanta. Aquí Stinkus une su deseo de libertad creativa con la emoción cruda del amor, de bien o mal, de arriesgarse. En el álbum aparece en un lugar estratégico: después de haber explorado distintas facetas, este es el momento de reunirlas y presentarlas en un solo pulso.


7. “Still (Interlude)”

El interludio funciona como pausa, como respiro. Tras la canción título, esta pieza nos da remembranza a un sonido lleno de guitarras, con arreglos que facilmente pudiecen venir en el clasico album de American Footbol. La canción sirve para conectar la primera mitad del álbum con la segunda, recalibrar la atención y preparar el terreno para los temas que vendrán.


8. “Holy Virgin”

Uno de los sencillos destacados del álbum: mezcla de dream pop con indie rock, inspiración de sus paseos por el vecindario mientras caminaba al perro, y la sensación de observar la vida cotidiana con ojos emocionales. La canción combina melodía luminosa con letras que tocan lo introspectivo: reflexionar sobre la inocencia o el renacer (“virgin” en el sentido simbólico), sobre la pureza de la experiencia antes de los filtros. Musicalmente, se apoya en sintetizadores, guitarras limpias, quizá coros etéreos. En el flujo del álbum, “Holy Virgin” representa la parte más accesible, quizá la más “hit-potencial”, pero sin perder la autenticidad que define a Stinkus.


9. “Bleeding Orange”

El título sugiere vulnerabilidad (bleeding) y al mismo tiempo un color que puede evocar atardeceres, calor, emoción. Esta canción nos lleva a un memoemnto de nostalgia, entre guitarras acusticas y esta doble voices que nos encanta del artista, con melodias agiles y una letra que poco a poco va pasando de lo nostalgico e intimo a una explosión de energia con un coro super pegajoso pero con la sensibilidad de un atardecer.


10. “Take That What You Want” ft. Lophiile

La colaboración con Lophiile trae otro color al álbum: un crossover entre el indie rock de Stinkus y las texturas electro urbanas de Lophiile. Musicalmente la canción nos sorprende con guitarras mas agresivas pero que son muy bien dijeridas en la canción y estilo de Stinkus, ofreciendo una expansión que ayuda a que el álbum no quede encerrado en un solo tono pero que tampoco pierde el sonido que venia construyendo. La letra sugiere permisividad (“toma lo que quieres”), quizá como un acto de liberación.


11. “Wide Eyed”

En este tramo del álbum, “Wide Eyed” enfoca la mirada hacia adelante, hacia lo que viene, quizá mezclando melancolía y esperanza. Sonoramente un tono mas sereno, el rasgeo de guitarras atmosféricas, voces suaves, y un pulso rítmico mas tranquilamente moderado, la canción representa el “amanecer” tras la tormenta: ves el mundo de nuevo, ojos abiertos.


12. “Coming to an End”

Llega el arco de cierre del disco la canción nos presenta riffs arriesgados, que van de los distorsionado a lo suave de una manera muy llevadera, los golpes de bateria marcan un groove interesante, mientras la voz toma un tona mas relajado y hablado, que le da su propia personalidad a la canción, para el final de la canción los ostinatos vocales y ell aumento en el BPM dan una sensación de crecimiento muy interesante.


13. “Maggie My Dog”

Con una guitarra que nos remonta a los iconos del Pop Punk de los dos mil, “Maggie My Dog” nos da un tono irreverente y divertido, una canción que, por el título, suena menor convencional, un momento de ternura, de pausa emocional, donde Stinkus rinde homenaje a una presencia fiel. En el álbum funciona como el gran respiro antes del cierre final, un gesto de humanidad, de humildad.


14. “The Oath”

La pieza final, “The Oath”, suena como compromiso, promesa, juramento. Un cierre poderoso pero sereno para el álbum: tras todo lo explorado, ansiedad, amor, juego, vulnerabilidad. Sonoramente, la canción recae en una balada acustica, con elementos vistos en el disco como las voces dobladas, un coro sumamente emocional, y un estilo de producción super consolidado.



Con I love you, trackstar en el horizonte, Stinkus no teme mostrar sus contradicciones. Su música es un reflejo del presente, donde la melancolía y la ironía pueden coexistir.