Tras más de quince años de trayectoria el cantautor estadounidense Kramies crea paisajes sonoros etéreos y melancólicos que oscilan entre la fantasía y la realidad, Kramies alcanzó un punto de inflexión con su álbum homónimo, un disco íntimo y evocador que apareció en múltiples listas de Álbum del Año y que lo catapultó al reconocimiento internacional.
Tres años después, el músico regresa con un nuevo trabajo titulado Goodbye Dreampop Troubadour, que verá la luz el 10 de octubre de 2025 bajo el sello Hidden Shoal. El título no es casual: marca el cierre de una etapa y la apertura de otra, en la que Kramies abraza un sonido más folklórico, bucólico y teñido de psicodelia, sin abandonar del todo la ensoñación que lo caracteriza.
El primer adelanto, “Hollywood Signs”, producido por el ganador del Grammy Mario J. McNulty ofrece un vistazo a esta evolución artística. Con un tono nostálgico y un trasfondo inquietante, la canción se mueve entre lo real y lo onírico, relatando historias que parecen extraídas de una mitología contemporánea. “Después del éxito de mi último álbum, caí en una especie de niebla emocional. No tenía nada de dónde tirar, hasta que me dejé caer en un pequeño caos. De ahí nació una nueva historia folklórica, una nueva verdad”, explica Kramies.
Esa verdad, que combina aceptación, memoria y un renacer artístico, se convierte en el eje narrativo del nuevo disco. Según el propio cantautor, Goodbye Dreampop Troubadour es su obra más honesta y reveladora hasta la fecha: “Este álbum fue creado desde un caldero ardiente, con el peso de todo aquello que temía revisitar. Es la mejor historia que he contado, una que me persiguió durante dos años.”
Con Goodbye Dreampop Troubadour, inaugura un nuevo capítulo en su carrera, uno en el que la ensoñación y la melancolía se entrelazan con la crudeza de la experiencia vital, creando un universo sonoro que, como siempre, habita entre mundos: entre el sueño y la vigilia, entre el mito y la realidad, entre la memoria y el presente.
Tom A. Smith, originario de Sunderland, Reino Unido, se ha convertido en una de las voces más frescas del rock alternativo contemporáneo. Con apenas 21 años, su carrera ya destaca por actuaciones en algunos de los festivales más importantes del mundo, como Glastonbury, BBC Radio 1’s Big Weekend y BST Hyde Park. Su estilo combina la crudeza del punk con melodías pegajosas y una actitud inconfundible, reflejando una madurez sorprendente para alguien de su edad. Ha compartido escenario con reconocidos artistas como Catfish & The Bottlemen, The Lathums y The Mysterines, ganándose el respeto tanto del público como de la crítica.
“Fashion” representa el inicio de una nueva era en la carrera de Tom A. Smith, marcando su debut bajo el sello Fiction Records, hogar de leyendas como The Cure y Tame Impala, desde la primera nota, “Fashion” atrapa al oyente con guitarras afiladas y ritmos enérgicos que evocan el pulso frenético de un club lleno de vida. La voz de Tom, áspera y llena de actitud, transmite una mezcla perfecta de rebeldía y pasión, reflejando la autenticidad y el carácter que lo han convertido en una figura a seguir dentro del panorama musical actual.
Este sencillo explorar nuevos sonidos dentro del rock psicodélico y alternativo, “Fashion” es un himno para escucharse a todo volumen, un verdadero impulso de adrenalina para quienes buscan frescura y potencia en la música contemporánea.
Desde la vibrante escena musical de Montreal, Annabel Gutherz llega como una cantautora atemporal con un estilo que combina narrativas emotivas, melodías dulces y una voz que guía a sus oyentes a través de territorios emocionales con una sinceridad desarmante.
Con su álbum debut Loose Ends lanzado en 2021, Annabel comenzó a ganar reconocimiento gracias a su habilidad para contar historias a través de canciones que reflejan la complejidad de las emociones humanas. Su talento no pasó desapercibido y pronto colaboró con grandes figuras de la industria musical como Bleu McAuley (conocido por trabajar con Selena Gomez y Demi Lovato) y Bonnie Hayes (Bonnie Raitt, Bette Midler), lo que ha contribuido a afianzar su creciente carrera.
Su más reciente sencillo, “Summer’s Here”, es un himno de indie pop/rock alternativo, evoca la nostalgia de un romance veraniego fugaz, donde el calor, la conexión y la emoción se sienten intensamente, aunque conscientes de su inevitable final. Con una producción fresca y natural, “Summer’s Here” combina guitarras difusas, una progresión de acordes envolvente y la voz etérea de Annabel, que juntos crean una atmósfera que transporta al oyente a días soleados, brisas saladas y memorias imborrables.
Lo más especial de esta canción es que fue grabada en una sola toma en vivo, capturando la espontaneidad y la emoción del momento, tal como Annabel lo describió: “Es una pequeña postal sonora, un recuerdo para el amor de verano y las pecas, para la piel besada por la sal y los días ventosos en la playa — para esa dulzura tierna y dolorosa que permanece mucho después de que el momento ha pasado”.
Annabel Gutherz apuesta por la honestidad, Summer’s Here ya está disponible en todas las plataformas digitales, lista para acompañar tus mejores momentos de verano y quedarse en tu memoria mucho tiempo después.
George y Henry Flint, hermanos gemelos originarios de Manchester, Reino Unido, están conquistando la escena musical con su proyecto The Flints, una propuesta que fusiona el pop psicodélico con la energía contagiosa del disco clásico de los años 70. Tras años de experiencia como productores y compositores para artistas reconocidos, los hermanos decidieron crear música para ellos mismos, encontrando así una identidad sonora única que combina lo vintage con lo contemporáneo.
Su más reciente lanzamiento, el EP 21st Century Love, previsto para el 15 de agosto, muestra una evolución en su sonido: más seguro, emocional y con una producción que mezcla texturas espaciales y ritmos envolventes.
El sencillo destacado, Supernatural Feelings, es un viaje entre lo onírico y lo terrenal, una exploración musical que captura la incertidumbre y la conexión en relaciones a distancia, con guitarras brillantes, teclados cálidos y una base rítmica relajada que envuelve al oyente en una atmósfera hipnótica.
The Flints ha tenido la oportunidad de compartir escenario con leyendas de la música electrónica como Justice, durante la gira mundial Hyperdrama, experiencia que les ha permitido replantear su identidad artística y explorar con valentía nuevas direcciones sonoras. Su estrecha química musical, cultivada desde la infancia, se refleja en las armonías vocales y la cohesión de sus composiciones, dando lugar a un sonido que es a la vez íntimo y expansivo.
Con una mezcla de nostalgia y modernidad, The Flints se posiciona como uno de los proyectos más prometedores del pop psicodélico actual, capaces de transportar al oyente a un universo donde el pasado y el presente se funden en melodías cautivadoras.
Desde las entrañas culturales de Oxnard, California, surge una propuesta en la escena alternativa chicana actual: The Crystal Tears. Con un sonido que ellos mismos definen como Gothic Soul Groove, esta banda fusiona con audacia el alma profunda del soul latino, los ritmos hipnóticos de la cumbia y las atmósferas etéreas del dream pop, todo envuelto en un aura oscura y poética.
La alineación de la banda incluye a Naomi Fuentes (Voz), Cheyne Castroni (bajo), Héctor Soto (guitarra), Hekar Rivera (cello, teclado, percusiones), Bello (voz, guitarra, bajo, saxofon y órgano), Nesta Rivas (Batteria). The Crystal Tears logra crear una fusión propia que es tan nostálgico como propio.
El Track x Track de The Crystal Tears
Dia de los Muertos
“Día de los Muertos” de The Crystal Tears es una huapachosa y oscura celebración sonora de la icónica festividad mexicana. La canción fusiona la cadencia envolvente de la cumbia con violines góticos que lloran entre capas de percusión ritual y teclados espectrales, creando un paisaje musical que es tanto festivo como melancólico, sintiendose como un canto místico, lleno de nostalgia y espiritualidad, donde lo tradicional se encuentra con lo alternativo para rendir homenaje a una de las fechas más profundas de la cultura mexicana.
Es Halloween
En “El Halloween” descubrimo una original mezcla de post punk, donde guitarras dreamy y una base rítmica urgente se entrelazan con el sonido inesperado y fantasmagórico de trompetas, creando una atmósfera tensa, festiva y misteriosa a la vez. La canción captura el espíritu travieso y oscuro de la noche de brujas, jugando con imágenes góticas y referencias culturales. Esta fusión inusual entre energía punk y vientos latinos le da a “El Halloween” un carácter teatral y vibrante.
Eternal Dusk
En “Eternal Dusk”, The Crystal Tears se adentran en su faceta más lúgubre y contemplativa, dejando momentáneamente de lado sus habituales fusiones para entregarnos una pieza dominada por una interpretación de violín profundamente emotiva, con claras influencias de la música clásica y el romanticismo gótico. La atmósfera es sombría y delicada, como una elegía suspendida en el tiempo, donde cada nota parece susurrar secretos del más allá. A pesar del giro estilístico, la canción mantiene intacta la esencia del grupo en el albúm, demostrando que su identidad vive en el alma de cada interpretación.
Eternal Dusk P2
“Eternal Dusk P2” funciona como el epílogo perfecto para su predecesora, llevando la oscuridad contemplativa de “Eternal Dusk” hacia una resolución cargada de emoción. En esta segunda parte, The Crystal Tears cierran el ciclo con una sensibilidad donde el violín cede protagonismo al piano en la parte final, que entra con acordes lentos, frágiles y profundamente tristes. La pieza no busca levantar el ánimo, sino abrazar la melancolía y darle un lugar digno dentro del universo sonoro de la banda. Es un cierre íntimo y vulnerable que reafirma la capacidad del grupo para conmover sin necesidad de palabras, manteniendo su identidad emocional con una belleza sombría que deja eco.
Intertwined
En “Intertwined”, The Crystal Tears regresan a su vena más post punk con una ejecución elegante y envolvente. Con una voz femenina dulce y etérea que flota sobre cajas de ritmo rápidas y precisas, la canción construye una atmósfera misteriosa y nocturna que recuerda al espíritu clásico del género. A medida que avanza el track, la banda introduce sutilmente violines que se entrelazan con la base rítmica, aportando una textura emocional que eleva la canción sin romper su tensión. “Intertwined” es una muestra clara de cómo la banda domina el equilibrio entre lo melódico y lo sombrío, consolidando su estilo con identidad y sofisticación.
Jasmine Flowers
“Jasmin Flowers” se presenta como una de las joyas más delicadas del álbum, donde The Crystal Tears se sumergen de lleno en el universo del dream pop para entregar una balada hipnótica y nostálgica. Alejada de los matices oscuros de otras piezas del disco, esta canción destaca por sus capas etéreas de guitarras reverbadas, sintetizadores flotantes y una interpretación vocal suave que parece susurrar desde un recuerdo lejano. Es un tema que invita a perderse, a dejarse llevar por la bruma sonora que construye la banda con precisión emocional, reafirmando su versatilidad sin sacrificar la identidad que los define.
Of You
“Of You” es una balada dreamy que navega entre la melancolía y el anhelo, construida sobre texturas suaves y voces susurrantes que envuelven al oyente en una calma suspendida. Sin embargo, hacia el tramo final, la canción se transforma por completo, estallando en una ola de distorsiones densas y envolventes propias del shoegaze. Junto a “Jasmin Flowers”, este track representa el corazón más onírico del disco, donde The Crystal Tears exploran a fondo el sonido clásico del dream pop, demostrando una sensibilidad sónica.
Por Eternidad
En “Por Eternidad”, la banda retoman su característico sonido guapachoso, fusionando la cadencia vibrante de la cumbia con violines melancólicos y una atmósfera oscura pero dulcemente envolvente. Las letras, cantadas en español, hablan del anhelo profundo de amar por la eternidad, creando un contraste emotivo entre la calidez rítmica y la fragilidad del sentimiento. El tema vibra con un romanticismo fatalista, donde cada acorde y cada golpe de percusión parecen bailar entre la luz y la sombra.
Solo Yo
“Solo Yo” abre con una introducción que podría fácilmente pertenecer al catálogo de Joy Division, con un bajo profundo que marca el tono sombrío desde el primer segundo. La voz masculina principal, cargada de dramatismo y vulnerabilidad, se entrelaza con coros misteriosos que amplifican la sensación de desasosiego y deseo. A medida que avanza, la canción incorpora un ritmo rápido de caja de ritmo que late con energía constante, llevándonos de la introspección al movimiento. Es un tema que, sin perder su melancolía, invita a bailar bajo luces estroboscópicas en una discoteca gótica, donde el dolor y el placer conviven al mismo compás.
Sueño Azul
“Sueño Azul” nos envuelve desde el inicio con una introducción sutil de cuerdas y sintetizadores que abren paso a una balada introspectiva y etérea, distinta a todo lo que The Crystal Tears habían mostrado hasta ahora. A lo largo del track, se perciben influencias nuevas que expanden el universo sonoro de la banda, explorando territorios retro. Aunque da la sensación de que la canción queda a un paso de alcanzar su máximo desarrollo, “Sueño Azul” se convierte en una pieza intrigante, que aporta una pausa melancólica justo antes del cierre del álbum.
Vampiro
Fue con “Vamipo”, que la banda reafirma su estilo principal con una fusión de cumbia y generos como el dream pop, y un solo de violín electrizante de Hekar Rivera, la canción mezcla cumbia y gótico como nunca antes, convirtiéndose en una declaración de principios y en la antesala perfecta para su álbum debut homónimo.
Con este recorrido sonoro, The Crystal Tears consolidan un debut lleno de matices, donde lo oscuro y lo luminoso coexisten en perfecta armonía. Entre cumbias góticas, baladas etéreas, explosiones shoegaze y homenajes al post punk clásico, el álbum se siente como un universo propio: profundamente emocional, chicano en esencia y audaz en forma. Es un trabajo que no teme experimentar, pero que nunca pierde su identidad.
En medio del caos global, de la ansiedad digital y el vértigo existencial, hay artistas que deciden detenerse, mirar hacia adentro y componer desde la quietud. Uno de ellos es Alexander Grandjean, cantautor danés que, con una sensibilidad y una propuesta profundamente humana, se ha convertido en una de las voces más reconfortantes.
Con base en la tranquila ciudad costera de Gilleleje, lejos del ruido de la industria musical convencional, Grandjean ha construido un universo propio donde el folk-pop atmosférico se mezcla con texturas ambientales, armonías suaves y una lírica que invita al silencio interior. Tras años de escribir y producir para otros artistas, en 2020 decidió iniciar su camino como solista, apostando por una música más personal, íntima y espiritual. Desde entonces, ha lanzado cuatro álbumes y cosechado una comunidad de oyentes fieles, con más de 100 mil oyentes mensuales en plataformas digitales.
Su más reciente sencillo, “Done Worrying”, es una obra que resume a la perfección su esencia artística. La canción es un acto de rendición pacífica ante la sobrecarga emocional del mundo moderno: el cambio climático, la guerra, la presión social, la ansiedad ante el avance de la inteligencia artificial. Pero lejos de ser una canción triste o resignada, “Done Worrying” es una invitación a soltar, a respirar profundo y encontrar consuelo en la belleza simple de la naturaleza.
Con una producción orgánica y etérea —en colaboración con Markus Artved (Lukas Graham)—, la canción fluye como un suspiro. Guitarras suaves, sonidos ambientales que emulan olas del mar, una voz cálida y emocional, y arreglos vocales que rozan lo celestial. Todo en “Done Worrying” apunta a una sola dirección: la paz interior.
“Con esta canción me recuerdo a mí mismo que preocuparse no ayuda; solo nos arrastra hacia abajo. Prefiero vivir desde el amor y la presencia, no desde el miedo”, dice Grandjean. Esa filosofía, simple pero poderosa, es la base de Foam, su próximo álbum, que explorará los temas de la impermanencia, el renacimiento espiritual y la belleza que existe incluso en los momentos más fugaces.
Dos artistas de Los Ángeles, Maryon King y Emily Vaughn, han unido fuerzas para crear “Maniac”, un tema pop que explora la pasión desenfrenada y la obsesión irracional que a veces provoca el amor. Este sencillo combina las voces soul de Maryon con la lírica afilada y la energía vibrante de Emily, dando lugar a una canción intensa, pegajosa y llena de emociones encontradas.
“Maniac” es un viaje sonoro que mezcla ritmos contundentes, sintetizadores envolventes y un bajo que emula el latido acelerado del corazón cuando se está atrapado en una vorágine emocional. La producción logra un equilibrio entre un himno para cantar a todo pulmón y una pieza íntima. La combinación de la emotividad de Maryon King y la agudeza lírica de Emily Vaughn crea una atmósfera única que atrapa desde el primer acorde.
Maryon King, de origen moldavo-italiano y con solo 24 años, ha forjado su camino en la música con determinación y talento. Inspirada por Madonna desde niña, Maryon desafió las expectativas familiares y se sumergió en la escena musical londinense antes de asentarse en Los Ángeles. Su voz y su sensibilidad para escribir letras emotivas la han llevado a colaborar con grandes productores y a consolidarse como una promesa del pop alternativo, con canciones destacadas como “Flatline” y su próximo EP Back to Strangers.
Por su parte, Emily Vaughn es una artista y compositora con más de 30 millones de streams reconocida por su habilidad para crear hooks irresistibles, ha trabajado junto a figuras del EDM y coescrito éxitos para artistas como Party Favor.
“Maniac”representa la perfecta mezcla entre la pasión y el descontrol, la dulzura y la intensidad. Este sencillo reafirma el lugar de Maryon King y Emily Vaughn como referentes emergentes dentro de la escena musical contemporánea, y confirma que la ciudad de Los Ángeles sigue siendo un semillero de talento e innovación sonora. Si buscas una canción que hable de amor con todas sus luces y sombras, “Maniac” es la pista que debes tener en tu playlist. Una explosión pop que invita a dejarse llevar por el caos de la pasión y disfrutar de cada nota.
En un universo donde la música es refugio, bálsamo y espejo, nace Isola Mare, el proyecto musical de la actriz, compositora y cantante español-mexicana Mar Colina. Con una propuesta que combina pop alternativo, poesía emocional y paisajes sonoros.
Su más reciente sencillo, titulado “Libre”, es una delicada joya que rinde homenaje a los amores pasajeros, esas aves de paso que, aunque breves, dejan huellas profundas. Producida por el talentoso Pehuenche, la canción es un canto suave pero firme a la libertad emocional, al acto valiente y amoroso de dejar ir sin rencor.
“Vuela libre, que no hay mayor quimera que atrapar el amor”, reza uno de los versos centrales, encapsulando la esencia del tema: amar también es soltar, sin poseer, sin retener.
Musicalmente, la canción combina un minimalismo elegante con melodías envolventes que recuerdan a Lana Del Rey, pero con una calidez que evoca a Mon Laferte y una profundidad lírica cercana a Zahara. Es una canción que no necesita grandilocuencia para conmover; su fuerza está en la sinceridad, en el vacío que deja lo que ya no está, pero que aún se honra.
Desde muy joven, Mar Colina encontró en la música un canal de expresión auténtico. Lo que comenzó como poesía en sus diarios adolescentes se transformó con el tiempo en canciones que exploran el amor, el duelo, la nostalgia y la liberación. En Isola Mare, su identidad artística cobra vida con una madurez emocional que conmueve por su honestidad.
El cantautor chileno Zapla vuelve a emocionar con el lanzamiento de “Y Ya Sé”, el segundo adelanto de su álbum debut. En esta nueva entrega, el artista continúa su propuesta sonora que fusiona el folk-pop latinoamericano con matices del indie electrónico, entregando una experiencia musical tan íntima como vibrante.
Producido por Cocó Ferrada (conocido por su trabajo con Benjamín Walker y Dani Ride), mezclado por el dos veces ganador del Grammy Nahuel Bronzini, y masterizado por Ignacio Ramírez (de la banda Mecánico y cofundador de Black Vitamina), el tema logra una riqueza sonora que envuelve al oyente en un ambiente cálido, lúdico y profundamente emocional.
“Y Ya Sé” es una canción que se aleja del drama para abrazar la complicidad y la dulzura de una pareja establecida. A través de una narrativa sutil y sensorial, Zapla logra transmitir el encanto de los gestos cotidianos, la conexión profunda que se construye con el tiempo y el deseo como puente emocional. Es un canto al amor maduro, ese que no necesita grandes gestos para sentirse vivo.
El videoclip, dirigido por Nicolás Canales, complementa la propuesta musical con imágenes que retratan un amor sano, real y físico. La fotografía cálida y natural resalta los pequeños momentos de ternura y atracción, generando una atmósfera en la que cualquiera puede reconocerse.
“Por un lado, Y Ya Sé rítmica e instrumentalmente invita a compartir, a moverse y a disfrutar. Creo que el sonido sitúa al oyente en atardeceres, juntas con amigos, bailando, viajando y disfrutando junto al mar”.
Así, la canción se convierte en una invitación a salir de la rutina y reencontrarse con la alegría de estar presente con quienes amamos. Su mezcla fresca, moderna y sincera tiene una fuerte resonancia especialmente entre el público juvenil, aunque su mensaje transversal logra tocar fibras en audiencias de todas las edades.
En un momento en el que el mundo se vio obligado a detenerse, el artista australiano Hamish Anderson encontró en el silencio una puerta hacia adentro. De esa introspección profunda nació “Everybody”, una canción que representa un renacer musical, sino también una afirmación emocional de lo que significa estar perdido… y reencontrarse.
Lanzado el 11 de octubre de 2024 como parte de su más reciente álbum Electric, “Everybody” es una carta abierta al alma. Con una guitarra que respira blues y un ritmo que dialoga con la nostalgia y la esperanza, Anderson conecta con un sentimiento compartido por millones tras la pandemia: el aislamiento, la búsqueda de sentido, y la necesidad urgente de reconexión.
“Este álbum habla de estar aislado del mundo y de mirarse al espejo después de años de evitarlo. Es sobre redescubrir quién eres, reconectarte con lo esencial, y usar la música como puente”, cuenta Anderson.
Durante los confinamientos, el artista se reencontró con su yo más joven, el niño de 12 años que pasaba horas tocando guitarra sobre discos de Hendrix, Buddy Guy o Jeff Beck. Esa reconexión con sus raíces musicales marcó el ADN de Electric, un trabajo donde la guitarra eléctrica no solo lidera, sino que cuenta una historia emocional por sí misma. En “Everybody”, esta narrativa se manifiesta en un solo que va de lo tímido a lo seguro, como si también viajara desde la confusión hacia la claridad.
La letra no ofrece soluciones fáciles ni finales felices forzados. En cambio, ofrece compañía: “Everybody’s felt this way / Everybody knows this pain” (“Todos se han sentido así / Todos conocen este dolor”). Es una afirmación de vulnerabilidad compartida, que en lugar de aislar, une.