El mundo de la música independiente está lleno de artistas talentosos y proyectos únicos que emergen desde las sombras para ofrecer experiencias musicales sorprendentes. Uno de estos proyectos que merece nuestra atención es Los Jardines de Bruselas, liderado por el argentino Ezequiel de la Parra. Este músico ha estado creando música en su propio espacio durante más de una década y ha dejado una huella distintiva en la escena indie con sus cautivadoras composiciones de indie pop.

Desde sus inicios en 2011 con su álbum debut “Floating in Dreams,” Los Jardines de Bruselas ha sido conocido por sus melodías psicodélicas y envolventes, que pueden llevar a los oyentes a un estado de ensueño. Aunque las herramientas iniciales fueran modestas, como grabar en Garageband y enchufar los instrumentos en la entrada de micrófono de una vieja computadora, la música de De la Parra logró trascender fronteras en internet y atrapar la atención de críticos y blogueros de música en todo el mundo.

Su segundo álbum, “Light and Glow,” lanzado en 2012, marcó un punto de inflexión en términos de producción. Este trabajo contó con la colaboración de talentosos músicos, incluido Paul Gold, reconocido por su trabajo con bandas como Animal Collective, Grizzly Bear y Sufjan Stevens. El sencillo principal del álbum fue destacado por su capacidad para transportar al oyente a una atmósfera sobrenatural, un viaje sensorial característico del estilo de Los Jardines de Bruselas.



Después de años en la música, Los Jardines de Bruselas entró en una pausa, en gran parte debido a la dedicación de Ezequiel de la Parra a su otro proyecto musical, Whitney Winston, que fusionaba pop latino, rap y elementos psicodélicos.

En 2018, Ezequiel se mudó a Austria y decidió revivir Los Jardines de Bruselas. Al final de ese año, lanzó el sencillo en español “Formas”, una meditación sobre el envejecimiento y cómo nuestra percepción del mundo cambia con el paso del tiempo. Este sencillo fue recibido con entusiasmo y marcó el regreso triunfante del proyecto.

Ahora el argentino nos sorprende con “Mientras el Mundo se Apaga”. Esta canción ofrece una experiencia emocionalmente rica con sintetizadores, capas de colores y melodías psych-pop. Con esta pieza, el proyecto nos recuerda que, a pesar de que el mundo puede parecer extraño en estos tiempos inciertos, la creencia en el amor sigue siendo fundamental.

“Inspirado en los días de encierro”, como señala Ezequiel de la Parra, esta canción retrata situaciones a las que todos nos hemos enfrentado últimamente: la sensación de quedarse en casa mientras la pandemia sigue presente, pero sin perder la esperanza en un futuro mejor. Es una experiencia íntima y conmovedora que resuena con muchas personas en estos tiempos desafiantes.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *