Tancredi Bin, un músico y cantautor originario de Bologna, está emergiendo con una propuesta artística que promete captar la atención de los amantes de la música, con una trayectoria previa en la escena del metal, donde se destacó como baterista en varias bandas, Bin da un giro radical en su carrera al presentar su proyecto en solitario, que explora un territorio musical completamente nuevo.

Desde el lanzamiento de su primer sencillo, “All’apice,” el 17 de mayo bajo el sello Oyez!, Tancredi Bin ha demostrado su habilidad para crear un cantautorato que se aleja de sus raíces metálicas. Su música se caracteriza por una estética lo-fi y un enfoque artesanal, que conjuga texturas sonoras y capas inesperadas, ofreciendo una experiencia auditiva rica y refinada. Este primer sencillo introduce al oyente en una dimensión sensorial única, un imaginario sonoro que parece desvinculado de las referencias externas, enfocándose en las experiencias íntimas del artista.

El segundo sencillo, “Muta,” presentado en vivo por primera vez en el MI AMI Festival 2024, continúa en esta línea de exploración sonora. Tancredi Bin se adentra aún más en un cantautorato que combina elementos de psicodelia y experimentación, sin perder una notable línea de refinamiento pop. La música de Bin no solo desafía las expectativas, sino que también invita a los oyentes a sumergirse en un universo sonoro caracterizado por su profundidad y matices.



“Il Pensiero Come Scoria” se presenta como la síntesis perfecta de las influencias que han guiado el trabajo de Tancredi Bin. A diferencia de su primer sencillo, “All’apice”, que mostró una inclinación hacia el rock alternativo, y “Muta”, que se adentró en la experimentación sonora, este nuevo tema lleva al oyente a un viaje sonoro que explora los aspectos más primitivos del ruido avant-garde.

En este sencillo, Bin plantea una pregunta filosófica profunda: “Si las actividades del alma coinciden con las del cuerpo, ¿qué es el pensamiento?” Para el artista, el pensamiento es una consecuencia de la percepción, una especie de desecho orgánico o secreción. Esta reflexión se traduce en una pieza musical que combina arpegios cristalinos con líneas de batería llenas de platillos, creando una atmósfera que evoca tanto el movimiento de las aguas superficiales como el remolino del mar en las profundidades.

La canción presenta tonos relajados y serenos, con un giro melancólico a mitad de la pieza que luego se transforma en una energía positiva, culminando en una muralla de sonido creciente. Este final saturado es una manifestación del deseo de Bin de sumergir el tema en la luz más cálida posible, un tema recurrente en su trabajo creativo.

El enfoque sensorial de Tancredi Bin, con su uso de texturas sonoras inesperadas y una actitud lo-fi, invita a los oyentes a explorar un imaginario sonoro que es al mismo tiempo íntimo y orgánico. La complejidad y la riqueza de la música de Bin crean una experiencia auditiva que va más allá de los límites convencionales, ofreciendo una perspectiva fresca y profunda.


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