Después de un hiato transformador de cinco años, Meli Levi ha regresado al mundo de la música con una nueva perspectiva y una profundidad emocional que resuena en cada nota de su último EP, “All Things May Be”.
Durante su tiempo alejada de los escenarios, Meli se sumergió en el estudio de técnicas de sanación basadas en la meditación, bajo la tutela de un maestro. Este período de introspección y crecimiento personal ha dejado una huella indeleble en su arte, dándole una reverencia por el poder transformador de la música.
“All Things May Be” es una colección de cinco canciones que tejen un tapiz cálido de memorias y momentos. Producido por Meli en los estudios Boxer Lodge en Napa, California, el EP es precedido por el sencillo “Echo In A Valley”. Este lanzamiento marca el seguimiento del aclamado EP debut de Meli, “Crowned”, co-producido con el ganador del Grammy Isha Erskine.
El estilo estético de Meli se ha descrito mejor como una mezcla de folk-rock y alt-rock con un toque de blues. Sus letras están informadas por relaciones familiares complejas, su proceso de sanación de abuso de alcohol y sustancias, sus experiencias como practicante de meditación, y su propio viaje en la industria musical.
El EP “All Things May Be” tiene una sensibilidad orgánica de banda tocando en la sala. Destacan las vocales expresivas y ricas de Meli, sus arreglos imaginativos y su enfoque de producción reflexivo en capas y orquestación. Tanto en la guitarra eléctrica como en la acústica, Meli demuestra una destreza notable.
Las voces dinámicamente expresivas de Meli, que pueden oscilar sin esfuerzo entre registros, llevan al oyente en un viaje emocional. Sus letras, cargadas de una calidad mística antigua, capturan un cambio sísmico en la vida de Meli y su viaje personal de sanación y transformación.