El pasado fluye eternamente hacia el presente en su próximo álbum. Grabado en Radar, el álbum de Cruel es una intoxicante colección de canciones de amor manchadas que flotan dentro del distintivo reverb y espacio aéreo perfeccionado por el ingeniero y productor ganador del Grammy, Mark Howard. En esta producción Cruel y Howard unieron fuerzas para producir el álbum, creando una sinergia innegable que eleva estas canciones engañosamente simples y sutilmente estratificadas hacia la niebla aterciopelada.

El nombre “Katie Cruel” proviene de una antigua canción folclórica tradicional que cuenta la historia de una mujer que cae en desgracia con aquellos que una vez celebraron sus encantos salvajes. Katie Cruel es una cantautora que se autodenominó así en su honor. Ha sido cantada por innumerables mujeres a lo largo de la historia, cada una de sus voces impregnando sus versos atemporales con pérdida y anhelo.

“La canción me hace sentir que ha habido mujeres como yo, en mi situación, por toda la eternidad”, dice Cruel. Todas las canciones en su próximo álbum resuenan con una intensa mezcla de resignación y vulnerabilidad, mientras cuentan las historias de mujeres que se encuentran en la intersección del caos y el control. Estas son canciones para aquellos que saben cómo se siente desconfiar de sus propios deseos, Katie Cruel es un fantasma en movimiento.

“No hay pro tools. La mayoría de las tomas se hicieron de principio a fin”, recuerda. Su próximo álbum encarna la libertad y adaptabilidad de Cruel, capturando la sensación de facilidad cósmica con la que las canciones se unieron. Destaca las misteriosas formas en que el mundo proporciona respuestas a preguntas que no sabíamos que queríamos hacer.

La canción “Desert Valley Nights”, como adelanto de su próximo álbum es un testimonio del poder perdurable de la música para expresar, a través de abismos de tiempo, las verdades más básicas de nuestras pequeñas vidas humanas. Con Katie Cruel al mando, su música es una embarcación que transportará a los oyentes a reinos etéreos donde el pasado, el presente bajan las armas y conviven en ese espacio entre ambos.


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