Miguel Gallego, el cerebro creativo detrás de Miserable Chillers, nos invita a un viaje a través de su música que desafía géneros. Con base en Brooklyn, New York, Gallego ha tejido una red de sonidos que fusionan lo melódico con lo crudo.
Criado en los suburbios de New Jersey por padres de Mexicali, Baja California, Gallego encontró una conexión profunda con la naturaleza desde una edad temprana. Recuerda vívidamente los días pasados cerca de un arroyo rodeado de bosques, un oasis “bucólico de manera extraña” que moldeó su percepción de la naturaleza y la tranquilidad. Años después, descubrió que este paisaje aparentemente intocado era en realidad una creación humana, un vestigio de épocas pasadas con un diseño intencional.
Para Gallego, el viaje creativo ha sido un descubrimiento continuo. Describe su proceso como el de un “florecimiento tardío”, donde las cosas obvias solo han comenzado recientemente a ser evidentes para él. Esta evolución se refleja en la música de Miserable Chillers, que navega entre lo nostálgico y lo introspectivo, explorando temas como los sueños, las tierras prometidas y las motivaciones detrás de nuestros deseos.
Uno de los destacados de su último mixtape, “Great American Turn Off”, es la canción “Go West Boys”. En ella, Gallego teje una narrativa sobre la búsqueda de nuevos horizontes y la inevitable confrontación con las realidades no siempre cumplidas. Con guitarras hipnóticas y una poesía vulnerable, la canción captura la esencia de un viaje emocional hacia la autoaceptación y el descubrimiento personal.
Miserable Chillers invita a los oyentes a explorar la complejidad de las emociones humanas y los paisajes internos que todos compartimos. Desde su base en Brooklyn, Gallego continúa desafiando las fronteras musicales y emocionales.