Mo Kenney, el innovador artista de indie folk con base en Dartmouth, Canadá, regresa con su quinto álbum de estudio, From Nowhere. En este trabajo, Kenney explora las texturas de la ambigüedad y el borroso proceso de ser, fallar y convertirse. Con arreglos que oscilan entre el folk soñado, el alt-country minimalista y el lo-fi pop envolvente, el álbum se presta a múltiples interpretaciones y desafía las nociones fijas.

Desde el principio, Kenney evita la simplicidad en el coro brillante del tema de apertura “Bad Times”, donde, sobre un piano escaso y a pesar de cuatro años de sobriedad, canta: “Sé que no está bien, pero a veces extraño los malos tiempos.” Este verso refleja la compleja relación entre el pasado y el presente del artista, revelando cómo la sobriedad no ha solucionado todos sus problemas, sino que ha expuesto nuevas capas de ellos.

En su exploración de las causas subyacentes de sus dramas interpersonales, Kenney aborda la frustrante incertidumbre y la temporalidad de la vida. From Nowhere se sitúa en ese tiempo liminal y temeroso en el que uno se siente impulsado a avanzar, pero no sabe hacia dónde. La canción “Evening Dream” captura la sensación de un desvanecimiento post-verano, mientras Kenney rememora los sentimientos nebulosos de relaciones pasajeras: “Bañándome en la luz verde pálida, sin pensar en lo que pasa afuera,” canta. “Sin pensar en lo que todo podría significar, no tiene que significar nada.”



En la pista homónima, “Signs of Life”, Kenney aborda una fisura dolorosa y oscura, evocando la pérdida de la inocencia en la idílica zona rural de Nova Scotia. La mezcla de un órgano dorado con coros crípticos y perturbadores intensifica la atmósfera inquietante de la canción.

El álbum también destaca con las canciones “Honey Come Home” y “Self Doubt”, que exponen la cruda realidad de enfrentar los sentimientos sin glorificaciones ni revelaciones. En la primera, Kenney destila la soledad y la alienación de la ausencia de una pareja, mientras que en la segunda, lidia con el parálisis de la duda que acompaña a una claridad aguda, apenas levantando la voz en lo que suena como el honky-tonk más triste del mundo.

A través de las atmósferas difusas de “That’s Not Me”, Kenney conjura una lenta caminata por un club oscuro, cuestionando su identidad. La igualmente pausada “With You” ofrece una desgarradora revisión de una relación que, a pesar de su dulzura, simplemente no funcionó.

El contenido íntimo de From Nowhere fue manejado con habilidad por algunos de los colaboradores más cercanos de Kenney—Joel Plaskett, Rose Cousins, Victoria Cameron, Siobhan Martin y Jordan Murphy—y grabado, mezclado y producido por Thomas Stajcer en los estudios Fang de Plaskett en Dartmouth, Nova Scotia.

En contraste con sus predecesores más pesados, la ligera “Love You Better” ofrece un final etéreo para From Nowhere. En un estado de reverie terrenal, Kenney reconoce sus fracasos pasados y la imposibilidad de siempre acertar, pero se compromete a hacer lo único que puede: seguir intentándolo. “Mirando al techo, tratando de encontrar el significado,” canta sobre una guitarra acústica ondulante. “Ponerlo todo junto; te amaré mejor.”

Con From Nowhere, Mo Kenney demuestra una vez más su capacidad para navegar entre la ambigüedad emocional y la introspección profunda, ofreciendo a los oyentes un viaje musical que es tan desafiante como hermoso.


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