En el vibrante mundo de la música, a menudo nos encontramos con artistas que desafían las etiquetas y las normas establecidas, creando un sonido único y distintivo que desafía las convenciones del género. Uno de estos talentos emergentes es Max Blansjaar, un joven de 16 años cuyo viaje musical ha sido tan ecléctico como intrigante.

Blansjaar comenzó su carrera musical como un pianista clásico, deslumbrando a audiencias con su habilidad en las teclas. Sin embargo, su pasión por la música lo llevó por un camino inesperado cuando, en 2017, comenzó a experimentar con su propio estilo de música lo-fi . Fue así como nació su EP debut “Spit it Out!”, una obra que cautivó con su combinación única de guitarras grunge, muestras poco convencionales y líricas inteligentes y perspicaces.



Su último sencillo, “Burning In Our Name”, es un testimonio de la versatilidad y la originalidad de Blansjaar. Esta canción, difícil de encasillar en un solo género, fusiona influencias de indie pop, psicodelia y rock, todo ello adornado con un encantador efecto lo-fi que la hace verdaderamente genial.

La inspiración detrás de “Burning In Our Name” es tan fascinante como la canción misma. Blansjaar revela que escribió la canción de un tirón, dejando que sus pensamientos fluyeran libremente. Con letras que exploran temas como los desafíos generacionales y el impacto político en lo cotidiano, la canción ofrece una reflexión profunda y personal sobre el mundo que nos rodea.

Lo más sorprendente de todo es el proceso de grabación de la canción, que Blansjaar realizó principalmente en cinta usando un grabador de casete de seis pistas. Una anécdota curiosa es que dejó la cinta en el estudio en Brooklyn por error, pero sin duda, esta pequeña aventura añade una capa adicional de misterio y encanto a la historia de “Burning In Our Name”.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *