En el vasto paisaje musical, a menudo emergen joyas ocultas que, aunque breves, dejan una impresión duradera. En este sentido, la agrupación bug button, con su última pieza, “If I Had Kept My Mouth Shut”, nos presenta una joya efímera pero encantadora que nos sumerge en un gran viaje musical.
Este colectivo musical en constante evolución tiene sus raíces entre Dallas, TX y QLD, Australia. Fusionando elementos de psicodelia, lo-fi, pop punk y emo del medio oeste, bug button teje un sonido tan cambiante como su formación. Su viaje musical comenzó en los albores de la pandemia de la COVID-19 en 2020, y desde entonces, han recorrido el mundo, nutriéndose de inspiración en cada rincón del globo.
“If I Had Kept My Mouth Shut” es una melodía que acaricia el alma, que aunque apenas supere los dos minutos de duración, la canción logra capturar la esencia de la banda y sus influencias. Predominantemente impregnada de las sutilezas del dream-pop y la psicodelia, la canción se despliega como un breve pero encantador hechizo musical.
Lo que hace única a esta composición no es solo su sonido distintivo, sino también la capacidad de bug button para explorar su creatividad de manera independiente. Este último lanzamiento es el primero bajo su propio sello, marcando un hito significativo en su carrera musical. La libertad recién descubierta se refleja en cada acorde, en cada nota, llevando a la audiencia a un viaje íntimo y etéreo.
En una época donde la duración no siempre define la grandeza, “If I Had Kept My Mouth Shut” se alza como una canción imprescindible si es que disfrutas de las canciones dream-pop . Bug button nos invita a saborear la magia de su creación y a dejarnos llevar por su encantamiento musical.