En el efervescente mundo de la música independiente, donde la creatividad y la experimentación son moneda corriente, se encuentran Rachel Frankel y Matt Hemmerich, el dúo detrás de Phosphene. Su historia es una que abarca más de una década, y su último trabajo, “Transmute”, representa la culminación de su evolución musical y lírica.
Hace 15 años, Rachel Frankel y Matt Hemmerich se cruzaron por primera vez, pasando lentamente de compañeros de clase a amigos y, finalmente, a compañeros tanto en la vida como en la música. Su punto en común fue la música indie rock de los años 2000, lo que los llevó a formar su propia banda y lanzar su álbum debut homónimo, “Phosphene”, en 2014. Durante la última década, el dúo ha experimentado con diferentes sonidos y configuraciones de banda, pero la curiosidad y la empatía por la condición humana siguen siendo pilares fundamentales en su composición.
Su tercer álbum de estudio, “Transmute”, representa la obra más audaz del dúo hasta la fecha. Este trabajo introduce sintetizadores y arreglos digitales de cuerdas para contar historias de lucha y superación. En cada canción se teje una profunda curiosidad por las áreas grises de la vida, por cómo la tristeza puede transformarse en alegría, o viceversa.
Este álbum además de tener esas grandes letras, está fuertemente influenciada por el género indie rock junto con mezclas muy interesantes de electrónica y elementos un poco más modernos sin olvidarse de la esencia rock de antaño. “Transmute” es un ejemplo de la madurez musical y lírica de Rachel Frankel y Matt Hemmerich, que través de la experimentación y la reflexión, han logrado crear un álbum que no solo desafía las fronteras del género, sino que también invita a los oyentes a explorar las emociones humanas en todas sus tonalidades.
